La audiencia tras la detención de Cipriano Charrez sienta un precedente en la impartición de justicia en Hidalgo, pues sirve de contexto para todos los casos de aquí en adelante en cuanto al delito de homicidio en grado de tentativa que no es calificado como amenaza de muerte.
Durante la audiencia en Pachuca que se prolongó toda la madrugada del sábado, se escucharon los alegatos de las partes y se ofreció ampliar el plazo para la presentación de pruebas.
Charrez se defendió y dijo que nunca intentó matar a su hermano, sin embargo la parte acusadora lo señaló como el artífice de todo un atentado para privar de la vida al actual presidente municipal de Ixmiquilpan.
Uno de los argumentos esenciales fue el que Cipriano fue acompañado por un grupo de pobladores a buscar a Pascual a su casa y ahí le habría tomado del cuello para decirle que lo iba a matar, situación que el presunto culpable rechazó.
Sin embargo, testigos y el propio denunciante señalaron los hechos como verídicos, mostrando los actos posteriores en donde hubo violencia en Ixmiquilpan provocada por el enfrentamiento entre los dos de apellido Charrez. Al final a Cipriano se le dictó la prisión preventiva y el plazo para que su defensa pueda formular un alegato con el que se le conceda la libertad, pero en tanto, debe pasar estos días en el Cereso de Pachuca desde donde ha mantenido comunicación vía Internet y a través de sus cuentas de redes sociales en donde dio a conocer que se iba a la huelga de hambre en protesta por lo que señala es un ataque en su contra.
A la par, Cipriano Charrez parece quedado sin fuerza social ya que no hubo las grandes manifestaciones ni las muestras de apoyo de parte de actores políticos de oposición al gobierno del estado; sino todo lo contrario, nadie quiere opinar y todos quieren verse lejos del tema.
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