El fracaso de las campañas por medio de las cuales durante meses se ha pretendido reclutar a prospectos de policías, da lugar a una serie de argumentos por los que pocos desean formar parte de los grupos de seguridad, entre ellos el temor a la delincuencia.
Y es que no resulta un asunto menor entender que los grupos delincuenciales están desde hace tiempo mejor armados que los policías y hasta, en apariencia, con mejores estrategias para vigilar sus movimientos y acciones.
Otro factor por el que no hay convicción ciudadana por querer ser policía es la escasa credibilidad que han venido ganando históricamente pues, sin generalizar, siguen existiendo abusos que en medio de la impunidad y la indolencia de los gobiernos siguen agraviando a la sociedad que paga por sus servicios.
Sin ir tan lejos habría que rescatar el percance vial en el que estuvieron involucrados elementos de la gendarmería y un taxista que resultó fallecido cuando, a pesar de llevar preferencia en su circulación se le señaló como responsable del choque tras un peritaje poco claro y que sigue marcando una tendencia negativa para cualquier ciudadano que conduce.
Dentro de las reglas básicas de convivencia no pueden haber dos clases de reglamento, uno para policías y otro para el que no lo es, y sin embargo ocurre, lo que se traduce en anarquía que propicia irritación social e incrementa la animadversión por el supuesto guardián del orden.
No resulta admisible que los derechos de las personas sean pisoteados por aquellos que no están dispuestos a respetar el reglamento, el único, que nos rige a todos, a pesar que nos hagan creer que están por encima respecto a preferencias por el simple hecho de llevar un uniforme e ir a bordo de una unidad oficial.
Las emergencias, que por cierto atienden con muy poca oportunidad cuando lo hacen, no los justifican para que se pasen semáforos y excedan la velocidad en la cercanía de escuelas u hospitales.
Eso únicamente delata y los vuelve algo similar a un delincuente a todos esos policías que, con seguridad, ni siquiera han de contar con licencia.
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Hasta la próxima.
