Que la fiscal Idamis Pastor ha sido señalada por la presunta revictimización de menores reportadas como desaparecidas, luego de que en varios casos se desactivara la Alerta Amber con el argumento de que salieron de casa por voluntad propia. Ante las críticas, la funcionaria se dijo respetuosa de las opiniones, pero dejó claro que su actuación ha sido siempre en apego a los protocolos y con total respeto a los derechos humanos.
Que la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo, dejó claro en la sesión del Consejo Universitario que las apariencias engañan y que ser “mujer, bajita, delgadita y prudente no es sinónimo de debilidad”. Y por si alguien dudaba de su temple, lanzó una declaración que sorprendió a sus interlocutores: “tengo la resistencia de una maratonista, lo he sido 34 veces”. Un mensaje con destinatarios claros y una advertencia sutil: subestimarla sería un error.
Que más de uno levantó la ceja al ver a la legisladora Rosario Orozco convertida en férrea defensora de Ricardo Monreal en la Cámara de diputados. Ahora funge como su alfil para responder a los señalamientos de Gabriela Jiménez, quien lo acusa de intentar subordinarla. Pero el trasfondo no es menor. Monreal y el gobernador poblano Alejandro Armenta han sido aliados de siempre y este último no dudó en lanzar fuertes acusaciones de corrupción contra el exmandatario Miguel Barbosa en torno a la rehabilitación del Complejo Museístico “La Constancia”. ¿Conversión o conveniencia?
Que el intento de toma de posesión de una parte de los campos del seminario terminó en gritos, empujones y un enfrentamiento entre vecinos y fuerza pública. Aunque el mandato judicial respaldaba a un particular, habitantes de al menos tres colonias se plantaron y evitaron que se concretara la acción. Ahora exigen al municipio que expropie los terrenos para que sigan siendo espacios deportivos, pero la verdadera incógnita es ¿quién ganó la propiedad, qué juez la otorgó y bajo qué argumentos?
