Que lastima y preocupa la situación de riesgo que se comienza a experimentar en Puebla contra el gremio periodístico. Primero fue el asesinato del comunicador Marco Aurelio Ramírez, ocurrido en Tehuacán, y ahora se suma el atentado del que fue víctima el periodista, Pedro Alonso Benítez, quien desempeña su labor informativa en San Martín Texmelucan, ambos municipios de administraciones morenistas. Es imperativo que no se evada la responsabilidad de la autoridad y evitar que se vulnere el derecho a la libertad de expresión.
Que en los respectivos cierres de campaña del Estado de México y Coahuila se vieron a diversos personajes ligados con la vida política poblana. Priistas, panistas, perredistas, petistas y morenistas, se dieron cita en los eventos multitudinarios para mostrar el músculo y apoyar a Delfina Gómez y Alejandra del Moral, en Estado de México; así como Manolo Jiménez y Armando Guaudiana, en territorio coahuilense. Personajes como Nacho Mier, Claudia Rivera, Alejandro Armenta, Lorenzo Rivera, Xitlalic Ceja, entre otros, hicieron presencia para mostrar el respaldo a sus gallos.
Que el anuncio del dirigente estatal del PRD, Carlos Martínez Amador, de querer ser el candidato de la alianza Va Por Puebla a la gubernatura del estado, no quedó en una simple ocurrencia como muchos quisieron hacer creer. Con el paso de las semanas comienza a observarse un importante activismo que va desde la colocación de espectaculares, afianzándose en el tema del agua y, por otro lado, con la celebración de reuniones partidistas en municipios como Ciudad Serdán, Teziutlán, Atlixco y Zacatlán, entre otros, donde se fortalece la idea de una izquierda moderada.
Que a quien le están saliendo las cosas bien, es al diputado petista Antonio López, quien este fin de semana logró reunir a más de mil mujeres de todos los sectores sociales, secretarias de estado, legisladoras federales y locales, comunicadoras, empresarias; amas de casa y líderes de colonia para clausurar la campaña de mastografías en la zona metropolitana y prevenir el cáncer. Podríamos decir que para Toño, fue su manera de promocionarse, pero sin pintar bardas.