Que el fuego amigo del PT contra el gobernador morenista de Oaxaca, Salomón Jara, tomó fuerza en San Lázaro, desde donde la diputada federal Martha Aracely Cruz promueve la revocación de mandato de su paisano por nepotismo y corrupción, luego de que se exhibió en una camioneta con valor cercano a dos millones de pesos al llegar a una reunión de ejecutivos estatales con la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional… pese a los llamados a ejercer el poder con sencillez y humildad, algo que crece cada día en el discurso y menos en la realidad cuatroteísta.
Que en su última sesión de la historia, la Primera Sala de la Suprema Corte decidió dejar en suspenso el caso de Emilio Lozoya, ex director de Pemex, por lo que será la nueva integración del tribunal, encabezada por Hugo Aguilar Ortiz, la que defina si confirma la sentencia que se dictó en su contra por lo que dijo en la FGR sobre el caso Odebrecht. No fue el único asunto sin resolver, por supuesto, y otro que destaca es un amparo relacionado con la prisión preventiva.
Que la idea de una sesión especial en el Tribunal Electoral, que encabeza Mónica Soto, para resolver la validez de las elecciones judiciales quedó en el cajón y acabaron improvisando al contentillo, con cuentas que mezclan proyectos con tres visiones diferentes, entre precedentes ya establecidos y propuestas que no van a ningún lado, cargos federales y locales, elegibles e inelegibles. Al final se ratificó que “no existe un elemento siquiera indiciario” para relacionar los acordeones con los resultados. Bueno.
Que el gobierno de Donald Trump anunciará hoy nuevos cargos contra líderes de importantes redes internacionales de narcotráfico en conferencia de prensa con los titulares de Justicia, de Estado y del Tesoro, así como la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional. Aunque no se sabe contra quién presentarán las acusaciones, ocurre dos días después de que México transfiriera a jurisdicción estadunidense a 26 reos, la mayoría de ellos acusados de narcotráfico. A ver.
