Que el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, retuvo seis días el plan B electoral antes de enviarlo al Ejecutivo para su publicación debido a que el decreto llegó rasurado del Senado y los omnipresentes duendes o espíritus de moda del Congreso no solo suprimieron la cláusula de vida eterna para los minipartidos, sino que borraron párrafos completos del documento. Aun cuando el panista notificó la situación a los líderes en San Lázaro, el morenista Ignacio Mier afirmó el fin de semana, por razones desconocidas, que la reforma se publicaría el lunes en el Diario Oficial de la Federación. Y punto.
Que por cierto, Ignacio Mier está tan ofendido y escandalizado por la orden del Tribunal Electoral de que solo haya mujeres en la lista de aspirantes a encabezar el INE que llamó, “si no trasnochados, sí distraídos” a los magistrados, por lo que advirtió que irá directamente a consultar el tema con la presidenta de la Suprema Corte, Norma Lucía Piña, porque no se vale que los metan en semejantes “aprietos jurídicos”, sin olvidar que un día antes abogó específicamente por los santos derechos de los varones precandidatos. Bueno.
Que para que quedara claro que Marcelo Ebrard tuvo que tejer fino en las horas previas a que AMLO y el magnate Elon Musk cerraran el trato de una planta de Tesla en Nuevo León, con conversaciones desde el viernes hasta el domingo para evitar cualquier error que costara la inversión, fue la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, Martha Delgado, quien dio los detalles del acuerdo a MILENIO.
Que pese a formar parte de la 4T, como titular de la Unidad de Transparencia y Políticas Anticorrupción de la Función Pública, Gerardo Laveaga Rendón criticó el plan B y aseguró en sus redes que si finalmente el INE queda desmantelado, el próximo presidente “tendrá una legitimidad tan escasa que no podrá gobernar”. El declarante fue abogado de Felipe Calderón cuando Netzaí Sandoval lo denunció por crímenes de lesa humanidad.