Que este 2022 traerá serios dolores de cabeza al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, pues no solo la CNDH le formuló una recomendación por la detención arbitraria y retención ilegal de seis jóvenes acusados de “ultraje a la autoridad”, sino que la comisión especial integrada en el Senado para investigar los abusos de autoridad allá inició sus trabajos y ni siquiera el morenista Eduardo Ramírez ha defendido la actuación del mandatario; por el contrario, el chiapaneco fue uno de los primeros en condenar la vinculación a proceso penal de José Manuel del Río, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política: “La vinculación es bajo presión y chantaje. Confiamos en que pronto le otorguen su libertad”.
Que menudo encargo tiene para comenzar el año el nuevo vocero del PAN, Marcos Aguilar Vega, una vez que el dirigente nacional, Marko Cortés, le encomendó crear una estrategia para quitarle reflectores a la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador y “posicionar”, en cambio, la agenda panista. Si Rubén Aguilar no pudo cuando Vicente Fox lo mandó desde la mismísima Presidencia de la República a neutralizar al entonces jefe de Gobierno, imagínese usted ahora desde una fuerza política disminuida…
Que las siguientes semanas serán clave para que el gobierno federal demuestre que está comprometido con la democracia gremial y no solo es discurso con la elección para secretario general del sindicato petrolero, a principios de enero, por lo que la disidencia reclama que se haga un proceso limpio y vigilado por la Secretaría del Trabajo, que encabeza Luisa María Alcalde, y no suceda como en los procesos seccionales, que quedaron la mayoría en manos del grupo afín a Carlos Romero Deschamps.
Que el próximo lunes Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, ex líder del PRI capitalino que permanece detenido acusado de trata de personas, tendrá careos con tres víctimas y en esa misma audiencia se podrá definir si es vinculado a proceso penal.
