Que mientras los senadores de Morena contaron ayer con transporte VIP para trasladarse desde su recinto hasta el llamado #Amlofest en el Zócalo, los diputados federales de la 4T arribaron a la concentración como pudieron e incluso algunos, como el mismísimo presidente de la Mesa Directiva en San Lázaro, Sergio Gutiérrez Luna, y el vicecoordinador petista Gerardo Fernández Noroña tuvieron que dejar sus lujosas camionetas y abordar el Metro hasta el corazón de Ciudad de México, considerando que había camiones estacionados desde las calles del primer cuadro hasta Bucareli, Juárez y Balderas.
Que la esperada guerra de aplausos entre los funcionarios del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, principalmente los presidenciables Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, ambos en primera fila, tuvo resultados inesperados y es que se puede decir que quedaron empatados, pese a los gritos de “¡presidenta!, ¡presidenta!” para ella, pues la gran ganadora fue la secretaria de Energía, Rocío Nahle, que recibió una ovación mayor frente a las corcholatas favoritas del mandatario. No pasó desapercibida la disposición de lugares para los precandidatos: la jefa de Gobierno a la derecha de AMLO junto al titular de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, y el canciller a la izquierda con el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán.
Que quien al final aplicó la sana distancia y no por la pandemia fue el senador Ricardo Monreal, que para evitar situaciones desafortunadas se bajó de última hora del festejo por los tres años de gobierno, pero insistió en que ha planteado el tema de las primarias de manera respetuosa al Presidente y su equipo llamó a recordar lo que pasó en Ciudad de México, donde Morena perdió la mitad de alcaldías, en parte, por los malos candidatos elegidos mediante dudosas encuestas. Por la mañana el zacatecano se sumó junto con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, a la comparecencia de la candidata a Banxico, Victoria Rodríguez Ceja.
