Que el gobernador Jaime Rodríguez desmintió lo que había declarado el secretario de gobierno, Manuel González, de que Fuerza Civil dejaría de vigilar los municipios de Juárez y Cadereyta.
El mandatario estatal anticipó que para dar tranquilidad a la población mantendrán la presencia hasta que vean números favorables y cuando les regresen el control a los alcaldes, lo harán de manera gradual.
Que el tesorero estatal, Carlos Garza, anda preocupado por los recortes en el presupuesto federal, concretamente por el impacto que tendrán en los fondos que se asignaron para la presa Libertad, para la que se requieren mil 129 millones de pesos para 2020.
El punto es que se le asignaron solo 378 millones a ese proyecto que busca garantizar el abasto de agua para el área metropolitana de Monterrey.
La esperanza del tesorero está fincada en que los diputados federales puedan renegociar partidas adicionales para Nuevo León, como ocurrió el año pasado.
Que todo está listo para que mañana el gobernador Jaime Rodríguez encabece su cuarto Grito de Independencia de su sexenio en el Palacio de Gobierno.
Esta vez se espera un acto oficial austero, sin tantos invitados especiales, ya que es la tónica que se impone desde el gobierno federal, aunque sí habrá show musical en la Explanada para calentar, pero con menos derroche que otros años.
Que siguen los golpes en el Congreso del Estado y como se esperaba, Abel Guerra y Felipe Enríquez, en acuerdo con Pedro Pablo Treviño, acudieron ayer a la Oficialía de Partes para pedir que se aclare la situación en que dos diputados del Partido del Trabajo pasaron a la bancada del PRI, pero sin renunciar al PT.
Su cuestionamiento tiene sentido porque ellos conocen muy bien la operación legislativa, ya que ambos fueron diputados locales. Curiosamente también tienen en común haber sido candidatos a la alcaldía de Monterrey, que ambos perdieron contra el PAN y hoy viven en el error, o sea, fuera del presupuesto público.
