Después de las elecciones, se han levantado los conflictos internos entre las dos principales alianzas que se disputarán en 2022 la gubernatura, de Durango.
En el lado morenista nadie puede poner en duda que si de mujeres se trata la alcaldesa de Gómez Palacio Marina Vitela levanta la mano al principio de la fila para tomar esa candidatura, sin embargo en días pasados sufrió un duro revés al escuchar a su amigo del alma y capitán morenista Mario Delgado, quien afirmó que si Durango era para una mujer, sin duda Sandra Amaya sería la indicada.
Ese comentario, dicen, caló hondo en el edificio ubicado en la Madero y de inmediato se levantaron las alertas. Por otro lado, la misma alcaldesa recibió un madruguete de parte de su compañero de partido el doctor José Ramón Enríquez, quien al más puro estilo gandalla decidió venir a la Comarca Lagunera y promocionar su imagen entre empresarios y alguno que otro colado, sin tomar en cuenta o avisar a la mandamás gomezpalatina. Asi las cosas en la política lagunera, llena de deslealtades.
Que los alcaldes y alcaldesas entrantes de Coahuila, tendrán que sumarse a las acciones consideradas dentro de la agenda de género que impulsa el gobierno del Estado, en el marco del convenio con ONU Mujeres.
Que en calidad de primeras respondientes, las autoridades municipales deben redoblar los esfuerzos para contener todo lo relacionado con la violencia intrafamiliar que debido al confinamiento por la pandemia, aumentó significativamente los casos en contra de mujeres y niñas. No son cifras halagüeñas y la preocupación es permanente.
Que el Consejo Consultivo de Vialidad ha tenido dos ideas "geniales" para pasarle factura de los accidentes viales causados por conductores ebrios a los restauranteros, como si éstos fueran los padres de los ciudadanos inconcientes. Otra idea muy cuestionable, el dotar de terminales a los agentes para que cobren rapidito las multas a los beodos. ¿Y las medidas preventivas? ¿Y la aplicación de exámenes a los que aspiran a ser conductores? ¿Y las campañas para hacer que la conciencia prive y no sólo mi gusto es? Pues no hay apá.