Que el nombramiento del exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez como coordinador de la fracción priista en la próxima legislatura en San Lázaro no es casualidad si tomamos en cuenta sus acciones en el presente parlamento en que supo negociar diversos temas con la mayoría morenista. Entre ellos la reforma que dio vida a la Guardia Nacional y que hoy vuelve a dar de qué hablar por las recientes declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador de incorporarla a la SEDENA.
Todo hace suponer que el exmandatario vendrá a establecer una serie de acuerdos que los mal pensados catalogarán como parte del PRIMOR.
Que su llegada al puesto obedece también a que Coahuila se consolidó como un bastión tricolor en medio de la ola morenista que no le hizo nada y lo único que ocasionó fue debilitar al PAN para dejarlo como tercera fuerza política, pero el triunfo en Coahuila no se le debe a él sino a Miguel Riquelme, a quien se le ha calificado como una “fiera política”. Por cierto, la llegada de Moreira no causó tanta “alegría” en Coahuila, como se supone porque los nuevos legisladores de este estado son riquelmistas, no moreiristas. Auch.
Que lo último que hay entre los perfiles de quienes representarán a este estado en la próxima legislatura son caras nuevas, pues tenemos personajes que van por su segundo o hasta tercer periodo en esa cámara o bien ya fueron senadores. Es el caso de priistas como Jericó Abramo Masso y Tereso Medina, así como el morenista Javier Borrego.
Que la excepción a la regla es la llegada del exsecretario de Desarrollo Económico en Coahuila, José Antonio Gutiérrez Jardón que durante su campaña tuvo apoyo de las cúpulas empresariales que dieron vida a la alianza Va por México, tal es el caso del expresidente nacional de COPARMEX, Gustavo de Hoyos Walther.
Que en Matamoros generó revuelo el mensaje que colgó en sus redes sociales la reconocida maestra Susana Aguiñaga y quien apoyó en campaña a la excandidata a alcaldesa y próxima regidora Valeria López Luévanos.
El asunto es que la morenista señaló que fue engañada porque le prometieron que ella sería regidora y al final ni siquiera la registraron como tal pese a que estuvo al pie del cañón desde el principio de los actos proselitistas. Aquí la lectura es que pecó de ingenua.