Que quien no se encuentra muy cómodo en sus encuentros con los medios es el gobernador, de Durango José Rosas Aispuro. Y es que ante la ineficiencia de su gabinete es cuestionado constantemente con posibles cambios entre los servidores públicos allegados. Sin embargo aún y con el infaltable discurso de que habrá cambios, la ciudadanía ya está cansada de la mediocridad de su funcionamiento y que tiene sumido a Durango en una pendiente en donde economía, empleo, salud y educación no se recuperan. Ahora el pretexto es que fusionarán algunas dependencias para seguir con la austeridad, aún y cuando entre su círculo cercano de colaboradores se sabe de jugosas remuneraciones a sus salarios, lo que contradice mucho el accionar del mandamás duranguense.
Que ante el escándalo que se vive en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro en La Laguna de Durango y en la capital los asesores presidenciales recomendaron a Andrés Manuel López Obrador a mover su próxima visita a la ciudad de Durango y acudir sólo a la región de Tamazula, por aquello de las preguntas o cuestionamientos incómodos que tanto afectan al mandatario, porque se queda sin respuesta cuando se aborda un problema serio.
Que para los comicios del 7 de junio los priistas de Torreón están obligados a rescatar por lo menos tres de los cuatro distritos actualmente en manos del PAN si quieren exigir la Presidencia de la Junta de Gobierno del Congreso, de Coahuila en la siguiente Legislatura. Si pierden otra vez los distritos VIII, IX, X y XI o por lo menos tres de ellos y el tricolor triunfa en los cuatro distritos de Saltillo, entonces Álvaro Moreira, segundo del PRI en la entidad, que iría por el XVI, de ganar estaría en condiciones de pedir la Presidencia del Congreso. Hay que recordar que el gobernador Miguel Riquelme le debe el cargo que ocupa, no al priismo de Torreón sino al de la capital coahuilense, y Álvaro, operador político, jugó un definitivo papel en las últimas elecciones estatales. ¿Será?
Que al interior del PAN, en el Distrito VIII al diputado plurinominal Gerardo Aguado, “El Quillo” le salió contrincante, pues el ex director de Inspección y Verificación, Rolando Anaya, decidió entrar a la contienda, apoyado por su padrino Toño Loera. Lo único malo de este patrocinio es que todas las jornadas en busca del voto terminan en un espacio donde son famosas las bebidas “espirituosas”.
