Que llamó la atención los halagos que envío el ex gobernador Rubén Moreira a su sucesor el actual mandatario de Coahuila, Miguel Riquelme Solís, después de no haber asistido a ninguno de sus cinco informes lo que comprueba las diferencias que existen o existían entre ambos. Dijo en redes sociales el coordinador de los diputados federales priistas que hace diez años decidieron construir un estado seguro y que la Sedena ha sido un gran aliado. “Hoy nuestro gobernador @mriquelme trabaja incansablemente en la materia. La paz es posible, Coahuila es el ejemplo”, publicó Rubén Moreira, quien desde el año pasado le levantó la mano a Manolo Jiménez.
Que el alcalde, Román Cepeda González, incurrió en “rudeza innecesaria”, dicho en términos de futbol americano, en el caso de la Universidad Iberoamericana, que hizo una propuesta en el tema de los vidrios automotrices polarizados. Tajante, el edil subrayó que quien toma la decisión es la autoridad, no la Universidad, es decir que mandó a la goma a la institución educativa cuando pudo haber dicho que analizarían su estudio o que es respetable su participación pero que no procede. La UIA no pretendía tomar una decisión, solo hizo una propuesta.
Que el gobernador del Estado, Miguel Riquelme, y el precandidato a gobernador por Morena, Armando Guadiana, coincidieron en contradecir al presidente, Andrés Manuel López Obrador, que se opone a que la empresa Tesla realice una mega inversión en el norte de México. Guadiana se pronuncia porque la planta proyectada se establezca en la Región Carbonífera y hasta se dijo dispuesto a donar mil hectáreas para asegurar el proyecto. En tanto, un incrédulo Riquelme declaró que nunca se había visto que un presidente vetara una inversión multimillonaria. En cualquiera entidad del norte del país hay áreas factibles para la instalación de Tesla, advirtió. Lo peor del caso es que el empresario Elon Musk podría cancelar la importante inversión y llevársela a otro país.
Que pasadas las 11 de la mañana, hora de la cita de la manifestación para la defensa del INE en la Plaza Mayor, uno de los organizadores, Fernando Izaguirre, panista, ex panista y panista otra vez, se mostraba preocupado por la escasa concurrencia y hasta culpó a los priistas por haber “quedado mal”. Más tarde las cosas se compusieron y los convocantes se mostraron complacidos porque se superó la meta de los 5 mil.