Que de todo hubo en los primeros eventos de los candidatos a la gubernatura en Tamaulipas. Por un lado, se dieron varios abucheos a personajes morenistas mencionados en el mitin de Américo Villarreal Anaya, incluidos algunos considerados fundadores y de mucho arrastre en la militancia. No les gustó la cercanía con funcionarios panistas.
Que en el puerto jaibo, César Verástegui Ostos mencionó a solo dos operadores políticos, Magdalena Peraza Guerra (en primera fila) y Guadalupe González Galván (sentado metros atrás del templete). Fueron los únicos quienes recibieron el reconocimiento y, tras esto, hubo varios asistentes con caras desencajadas, pues le afirman a propios y extraños son los “meros buenos”.
Que precisamente en Tampico es donde se ha visto un mayor interés por darle una nueva cara a Movimiento Ciudadano en Tamaulipas, al crearse una estructura nueva para juntarla con la existente, tarea a cargo de Gustavo Larrea como enlace del partido en toda la zona sur. Le han confiado mucho las actividades de Arturo Díez en la región en esta campaña.
Que todavía está fresca la tinta con que los partidos políticos firmaron el pacto de integridad electoral para manejarse con legalidad y respeto en las campañas proselitistas, y ya el PAN tiene que bajar un spot donde señalaba a sus adversarios morenistas de una supuesta asociación delictuosa, por ser calumnioso.
Que esta vez el INE reconoció la falta y le dio la razón a los guindas, luego de que el delegado del CEN Ernesto Palacios Cordero se la pasa diciendo que el órgano electoral está inclinado hacia los azules, y el PT pidiera que la firma del pacto se hiciera valer y no se cayera en un mero turismo electoral con cargo al erario.
Que mientras se siguen haciendo muchas conjeturas en torno al camino que habrá de tomar la ex alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, ella muy desenfadada llama a apoyar, pero a los perritos callejeros y no a algún candidato en particular, por lo menos hasta el momento; habrá que ver más adelante cómo se juega su resto. _
