Que la clase política tamaulipeca hizo referencia de las horas previas a la Navidad a su manera. El gobernador Américo Villarreal Anaya no falló a su tradicional mensaje publicado en redes sociales durante la mañana del martes, dando buenos deseos a dos habitantes de la entidad, mientras los alcaldes aparecieron en sus perfiles de forma muy peculiar.
Que Carmen Lilia Canturosas dio detalles de la preparación de la cena en su domicilio en Nuevo Laredo; también en la frontera, Carlos Peña en Reynosa sostuvo una última posada en un sector popular, caso similar de Alberto Granados en Matamoros. Se agrega la aparición en plataformas digitales de Mónica Villarreal junto a su familia en Tampico, compartiendo su sentir sobre la temporada decembrina.
Que a temprana hora apareció el alcalde de Ciudad Madero Erasmo González Robledo para el arranque a una jornada de Servicios Públicos, cuya característica fue la vestimenta del personal con disfraces de Santa Claus y otros del Grinch. Algunos funcionarios se levantaron para atestiguar el acto en el Parque Bicentenario.
Que algunos secretarios y directores municipales mostraron en tres meses un comportamiento muy sobrado, prácticamente con una actitud de autoridad por encima de los propios jefes edilicios, enterados de esa situación y amagan con cambios.
Que en todas las presidencias municipales tamaulipecas, la ciudadanía se quedó con las ganas de poder ser atendidos por algún tema de urgencia o bien trámites ante la autoridad, pues la indicación fue el cierre de todas las oficinas en los ayuntamientos este martes. Prácticamente todos dejaron hasta el jueves los pendientes, a expensas de alargar el periodo de descanso.
Que los mandamientos entregados por el dirigente del PRI en Tamaulipas Bruno Díaz, prácticamente caras nuevas, causa más incertidumbre que certeza dentro de los contados militantes. Varios tienen poca experiencia en temas de organización del partido, por lo menos a nivel municipal y deja un mal mensaje.