Que las cosas siguen cocinándose para la futura Cámara de Diputados local que encabezará el morenista Paco Vázquez, y es que todos saben la gran tarea de negociación que debió hacerse al interior de la próxima bancada guinda (e incluso, dicen, en las de aliados) para definir el liderazgo, y ahora viene el igualmente difícil reparto de comisiones. Quizá será ahí donde se compense a quienes no lograron imponerse. El proceso requerirá de todo el talento de Vázquez y de quienes lo respaldan, para mantener cohesión sin soltar prendas mayores.
Que si bien hay comisiones que proporcionalmente habrán de dejarle encabezar a la disminuida oposición, las de mayor calibre serán distribuidas entre diputados morenistas, pero falta ver a cuáles de estos. La joya de la corona será la de Gobernación y Puntos Constitucionales, además de claves como Planeación y Gasto Público, Finanzas Públicas y Vigilancia del Órgano Superior de Fiscalización, entre otras más que ya se irán analizando. En resumen, aún faltan correas qué extraerle a los cueros. A ver.
Que si bien son argumentos de la defensa de un cuestionado personaje, los abogados del “Fofo”, presunto influencer señalado por intento de feminicidio por su comportamiento de violencia psicótica contra una señora, acusan que a su cliente al interior del penal de Barrientos le cuesta cada mes “hasta 50 mil pesos por el pago de beneficios”, es decir, hay un claro señalamiento de corrupción y/o extorsión del que debería tomar nota la autoridad, para dejar en claro cuáles son esos beneficios que el mozalbete ha estado pagando y a quién. De la Codhem prácticamente ya no se espera nada, claro, mientras no sea un asunto que le dé buen reflector.
Que hablando de la deteriorada Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, cada vez suenan más las pretensiones de la titular Myrna García para repetir en el trono, camerino o como pueda clasificarse a su oficina. La nueva Legislatura local se encargará de evaluar su desempeño y sería realmente descabellado que alguien tomara en serio esa posibilidad, ante un personaje heredado, por cierto, por políticos que no encajan en aquello de la transformación, la austeridad y otros principios. Al tiempo.