Que entran hasta enero, pero muchos alcaldes y alcaldesas electos ya sienten la fuerte presión de quienes los apoyaron política, económica y hasta logísticamente para lograr el triunfo, y les llueven “amables sugerencias” para colocar funcionarios de primer nivel aquí y allá. Por supuesto que las áreas claves como tesorería, seguridad, organismos de agua y hasta una que otra chamba de inspector son muy asediadas por personajes y grupos que estuvieron involucrados en el proceso. A ver cómo se acomodan las aguas de la política municipal.
Que, cosa curiosa, en el espectro contrario, los derrotados también están bajo fuego sobre todo de sus acreedores. Las campañas no salen gratis, o al menos la mayoría de ellas. Sin embargo hay algunos casos de quienes buscaban la reelección y, con el resultado adverso a sus espaldas, volvieron a sus labores normales ya con la consigna de ajustar algunas deudas, dejar “en orden” la casa y, no lo dude, colocar discretamente alguna potencial bronca bajo la alfombra, sobre todo en lo financiero y en laudos con personal recortado que tomó la vía judicial. El de atrás paga.
Que para que quede constancia del nivel de involucramiento ciudadano en el reciente proceso, el Instituto Electoral del Estado de México por primera vez en la historia fue el ente con más peticiones de información entre los sujetos obligados a transparentar su información y actividades. Hay que reconocer que el Instituto es de las instancias que ha cumplido con todas sus obligaciones, según reportan los registros del Infoem.
Que hablando de votaciones, en noviembre se llevará a cabo la ya tradicional consulta infantil para conocer el sentir de la población menor. Se espera participen más de un millón 400 mil menores de 18 años. En esta ocasión la expectativa también es que su voz tendrá mayor eco en las políticas del gobierno estatal, dada la convicción mostrada por la gobernadora Delfina Gómez en favor de la niñez. Sin duda estar frente a clase le ha dado esa sensibilidad.
Un botón de muestra es el convenio firmado con la Fundación Michou y Mau, conocida por su labor a favor de los niños víctimas de quemaduras. El gobierno mexiquense ha mostrado amplio respaldo a la agrupación que dirige Virginia Sendel.