Que a quien ya evidenciaron en su falta de compromiso y seriedad para el trabajo es la diputada local de Morena, Lisset Marcelino, pues no asiste a las sesiones de la Comisión de Legislación, y cuando lo hace se conecta vía Zoom porque anda promocionando obras del gobierno del estado y colgándose de las iniciativas que proponen otros diputados, además ha comentado que su intención es buscar la candidatura al Senado en 2024. Hace falta un buen apretón de tuercas en la bancada de mayoría, que parece no entender los tiempo de cambio en el régimen político.
Que los que andan envalentonados son los del PT en Hidalgo, pues su coordinador en el estado Javier Vázquez Calixto está como los de la porra del Atlante: “les guste o no les guste, les cuadre o no les cuadre”, pues su partido tomará el control de la Junta de Gobierno del Congreso local este año, a partir de septiembre. Calixto ya se ve en la nómina legislativa y ya está muy pegado al diputado del Grupo Universidad, Osiris Leines, quien sería el perfil a la presidencia del Congreso.
Que con la segunda visita, este jueves a Mineral de la Reforma, del politólogo español Juan Carlos Monedero, se refrenda el tiro cantado que traen en Morena, por un lado el dirigente estatal Marco Rico, y por el otro los diputados federales, que andan promocionando al asesor de la izquierda española. El reto será llenar uno de los salones más grandes en la zona metropolitana, mismo que fue abarrotado el pasado fin de semana por los aspirantes a la candidatura a la presidencia de Mineral de la Reforma, donde Iram González Pérez fue quien más ciudadanos convocó.
Que algo raro pasa en la Compañía Minera Real del Monte, pues dicen que hay problemas de pago con los trabajadores y versiones de allegados a ingenieros de la planta aseguran que ya liquidaron a mucho personal que llevaba años y es porque están dejando a la empresa en manos de otros inversionistas, algunos del extranjero. Hay que recordar que la compañía minera no pasaba por sus mejores momentos desde hace años y tras la pandemia terminó por colapsar con la falta de trabajo, hasta que comenzaron con el jaleducto de Río de la Avenidas en Pachuca.