Que en donde hay inconformidad es en Tepeji del Río: los regidores aseguran que la alcaldesa Tania Valdez Cuellar no ha tenido una reunión formal con ellos, que no hay una rendición de cuentas de su gobierno, que ha cambiado ya a varios de sus secretarios en corto tiempo y que a seis meses de su administración no se ve que haya una transformación en el municipio como prometió en campaña. ¿Y si en lugar de señalar nos ponemos a trabajar y resolver? Porque la paja en el ojo ajeno estorba, pero la viga en el propio ciega...
Que la invitación de la Secretaría de Gobierno a no excederse en el consumo de bebidas alcohólicas en balnearios sí hizo eco, aunque habría una afectación directa en sus ingresos esta temporada, por lo que evaluarán tal opción aunque, como dicen coloquialmente, “dijeron que sí, pero no cuándo”, pues no hay intención alguna de mermar sus ganancias ante la fuerte afluencia esperada; nada más cierto que aquel dicho “la prueba de que Dios ama al hombre es que existe la cerveza”, así que ni modo, el dogma debe respetarse... sin mencionar que nadie le hace el feo a un dinerito extra ¿verdad?
Que este fin de semana deben tener cuidado quienes gustan de darse un baño en patios y calles, ante la falta de opción de balnearios y playas para “mojarse sus patitas”; la Caasim y diversos organismos operadores de agua municipales confirmaron sanciones por incurrir en desperdicio de agua, con montos que van desde los mil 357 pesos hasta 6 mil 788 pesos, dependiendo de la gravedad; así que recuerde, siempre existe la opción de un buen regaderazo de agua fría en el baño, eso refresca, vigoriza y hasta calma los peores pensamientos.
Que el precio de pescados y mariscos se disparó y las personas que buscan “limpiar” su alma con los manjares del mar dañan más sus bolsillos, por eso es mejor consumir carne de bovino, porcino o hasta pollo que no sólo es delicioso sino más barato, pues al final como bien dicen los monjes cristianos ortodoxos “es mejor comer carne roja, que carne de humano”, en referencia a que desquitan su odio e inseguridades con el prójimo y hacen justicia al dicho popular de “tragar santos y cagar diablos...”.