Que donde se calmaron los ánimos fue en la Procuraduría de Hidalgo, luego de que el gobernador Julio Menchaca señaló que antes de hablar de cambios por el tema de las elecciones, se debe priorizar el trabajo por los habitantes del estado, además de que hasta ayer nadie la había solicitado licencia para contender y buscar registros en Morena, mismos que se darán de acuerdo con los plazos establecidos en la convocatoria, a partir del 1 de noviembre y en línea, por lo que al menos hasta enero del próximo año nadie debe abandonar sus labores.
Que hablando de los adelantados, al menos cinco políticos municipales que ya se sienten en la boleta del siguiente año tendrán su calaverita este día con la presentación de auditorías de la ASEH al Congreso, por lo que si desean participar en las elecciones, primero tendrán que solventar sus comprobaciones de gastos; tras 194 ejercicios de revisión de gastos, la Auditoría Superior del Estado podría revelar este día una cifra superior a los 500 millones de pesos, algo nunca antes visto y que habla de un pésimo manejo financiero en los ayuntamientos.
Que Aarón Paloma Charrez, suplente del diputado local procesado Edgar Hernández Dañú, ya se asesora jurídicamente para mandar en breve un oficio al Congreso del estado para saber la razón por la cual no ha sido llamado a rendir protesta como diputado local; según parece en la Junta de Gobierno que preside el petista Osiris Leines, le están haciendo caso a un recurso del legislador detenido que solicitó licencia por 50 días, sin embargo, a pesar de esto tiene que ser llamado el suplente, y por supuesto que Edgar Hernández ya no regresará al Congreso.
Que el notario Juan Manuel Sepúlveda, alias “El Chepus”, nunca se ha distinguido por ser un caballero de la época dorada, pero ahora sí se le pasó la mano contra Patricia Martínez, quien además de ponerla a la mala como presidenta interina en el Colegio de Notarios, le acompañó su despedida con una ronda de insultos, ajos y cebollas que le amargaron aún más su salida. Algo feo debió pasarle al notario público, quien protagonizó el bochornoso hecho que apenó a muchas y muchos del gremio.
