Que es paradójico que, tras tanto insistir para convocar a los funcionarios del gabinete de seguridad y abordar los temas urgentes que aquejan a la ciudadanía junto al Plan Estatal de Desarrollo, los diputados de oposición brillaron por su ausencia cuando finalmente se dio la comparecencia. Ni Morena, ni PAN, ni PRI, ni ningún otro partido opositor estuvo presente para interpelar al gobierno como corresponde en su rol de contrapeso. El resultado fue un diálogo sin fiscalización real, donde los representantes estatales solo rindieron cuentas ante Adriana Medina, presidenta de la Comisión de Seguridad, y José Luis Tostado, coordinador de Movimiento Ciudadano, convirtiendo lo que debió ser una rendición de cuentas en una reunión sin cuestionamientos incómodos.
Que seguramente la ausencia de los diputados y diputadas de oposición ayer tiene que ver con la traición a sus electores al cambiar de opinión tras aprobar el aumento en las tarifas del agua. Ahí están: Brenda Carrera (Morena) y Claudia Murguía (PAN), quien en unas horas pasó a levantar la mano tras advertir que más que un tarifazo proponía reducir las cuotas para el SIAPA ¿Con qué les hicieron manita de puerco?
Que el caso de Negrito, el perro salvajemente golpeado por una familia en Puente Grande, movió fibras en Tonalá, al menos las del alcalde Sergio Chávez, quien ya prometió subir las sanciones por maltrato animal y reunirse este lunes con colectivos protectores. Dicen que está dispuesto a invertir un millón de pesos en campañas, personal especializado y equipamiento. Bien por la intención, pero más de uno espera que no se quede en discurso conmovedor, foto con activistas y promesas que se olvidan cuando se enfrían los reflectores. Porque Negrito sobrevivió, pero la impunidad también.
Que en Balcones de Oblatos por fin alguien dijo “basta” al tiradero clandestino que durante años fue criadero de plagas y postal de abandono. La alcaldesa Verónica Delgadillo encabezó un operativo que retiró 70 toneladas de basura y dejó cuatro detenidos. Bien por el despliegue, bien por meterle equipo y gente, y mejor aún por mandar el mensaje claro: Guadalajara no puede seguir normalizando la mugre. Ahora falta que los vecinos pongan de su parte.