Que las tragedias suelen ser un espejo para mostrar de qué están hechas las personas. Laura Imelda Pérez, presidenta municipal de San Pedro Tlaquepaque, actuó de manera súper irresponsable al encender las redes y llenar de pánico y horror –aun más de lo que lo hicieron las llamas y los estallidos– al pedir a vecinos del Álamo Industrial, a través de un comunicado, evacuar tres kilómetros a la redonda de manera urgente debido al incendio en una fábrica de aerosoles. Le faltó entrecomillar: “corran por sus vidas”. Los habitantes de la zona no sabían qué hacer. La funcionaria así se vio como en medio de una guerra política.
Que luego apareció el regidor de Morena en Guadalajara, Juan Alberto Macías, para enseñar el cobre al criticar la condición de los bomberos al trabajar, quienes finalmente sofocaron las llamas. Fue un grupo de más de 350 tragafuegos y policías que arriesgaron el pellejo, mientras los morenistas echaban su discurso como si estuvieran en campaña.
Que lo que es un hecho es que deberá haber una investigación a fondo de parte de la Fiscalía del Estado. Ooootro asunto más a su torre de temas por resolver en una entidad donde nomás faltaban los estallidos y explosiones para poner en riesgo a la gente. Las empresas involucradas son: Aerosoles Francomexicanos, Petromac y Laboratorios Pisa. Si bien, no son nuevas y llevan administraciones funcionando en el ombligo de la Zona Metropolitana de Guadalajara, entonces qué sucedió. ¿O acaso la situación nos hace confirmar suposiciones de que nunca debieron funcionar ahí? ¿Quién va a indemnizar? Solo falta que le dejen la deuda al estado.
Que la rectora general de la UdeG, Karla Planter Pérez, vuelve a dejar huella en la máxima casa de estudios con los nombramientos del Consejo de Rectorías, que cuenta con una participación femenina histórica, congruente con su agenda de igualdad sustantiva. De los 17 centros universitarios en el estado, once serán encabezados por mujeres, que poco a poco siguen conquistando espacios públicos.
