Que la plana mayor del PAN, incluido el dirigente del PAN, Marko Cortés, los gobernadores de Aguascalientes, Querétaro, Tamaulipas, el jefe Diego Fernández de Ceballos, ex gobernadores de Guanajuato, arroparon al gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo en la presentación del segundo informe de gobierno en el Teatro Bicentenario Roberto Plascencia Saldaña.
Por el lado del gobierno federal y no por hacer menos a nadie, parece que el desdén es claro, pues acostumbrados a visitas de, mínimo, secretarios de estado, ayer a quien se envió como representante del presidente López Obrador fue a la titular de la Conagua, Blanca Jiménez Cisneros, a quien el mandatario estatal reconoció como quien mantiene vivo el proyecto de El Zapotillo.
Que el aplausómetro durante el informe se lo llevó el momento en que el gobernador reiteró que no se iba a entregar el sistema de salud de la entidad a la federación, pues solo se firmará el convenio para recibir los recursos pendientes, uno 4 mil millones de pesos en tanto que el otro que signarán será el de no adhesión al Insabi.
De hecho el gobernador comentó que en el marco de la alianza Centro-Bajío-Occidente hay un acuerdo entre los mandatarios para proporcionar indistintamente de la entidad de los pacientes la atención médica a los habitantes que la conforman, cosa que echa para abajo el discurso de Martín Orozco de Aguascalientes.
Que mientras Juan Carlos Romero Hicks y Juan Manuel Oliva acudieron invitados en calidad de ex gobernadores de Guanajuato, el que no estuvo presente en el evento fue el ex gobernador Miguel Márquez Márquez, aunque sí su esposa Maru Carreño, seguro en su representación. Claro que hizo ruido su ausencia al ser uno de los que suenan para sustituir a Marko Cortés.
También ha llamado la atención el juego que le están dando a Oliva, pues recientemente apareció en el informe del Fiscal apenas el pasado lunes y hoy en el del gobernador. Obvio que Oliva tiene sus cartas para jugar.