Que esta semana un tema clave que trae patinando a los alcaldes es el del horario para el cierre de bares y cantinas a una hora considerada como decente como es las 2 de la mañana, y es que no se entiende por qué se vería afectado el turismo cuando las actividades pueden empezar temprano y terminar sin problema a esa hora.
Pero el tema de fondo no es el de las masacres, ni que con esta medida se vaya a contribuir a un menor consumo de alcohol, se trata de meter en cintura a los dueños de estos negocios de manera que se tenga un control pues la reticencia (no de todos) huele a que habría otras situaciones más complicadas.
Que para nadie es desconocido, y para muchos es evidente que muchos de estos negocios por amago o complicidad terminan convirtiéndose en puntos de venta de droga y si a eso le sumamos la carente concienciación respecto al consumo desmedido de alcohol, hoy tenemos un problema que se va a convertir en una bola de nieve.
La defensa a ultranza que han hecho las autoridades es que si se cierran los bares temprano proliferarán las fiestas clandestinas; sin embargo, otra vez para nadie es un tema oculto que éstas se dan con o sin el cierre de los antros de manera homologada, habrá que estar atentos.
Que lo que no se vale es que por un lado se busquen incrementar las penas a las personas que conduzcan en estado de ebriedad y por otro no se tenga un control en la hora a la que se deben cerrar los establecimientos, ¿que se acabó la fiesta? pues sí y más vale que se tomen cartas en el asunto lo más pronto posible.
Por cierto, esta semana que viene el Poder Legislativo podría estar aprobando modificaciones a la Ley de Movilidad del Estado de Guanajuato y sus municipios donde se hará obligatorio el registro de motos en la entidad con lo que se espera que dejen de circular sin placas y sin manera de ser identificados sus dueños.