Nobleza obliga
Recientes notas de prensa, refieren que el Partido Revolucionario Institucional, está negociando un millonario préstamo para solventar la situación critica por la que atraviesa en estos días, particularmente en los asuntos de dinero.
Conociendo y recordando a tantos acaudalados priistas, que han hecho su fortuna al amparo de las oportunidades que les ha brindado su partido, estoy seguro que en el más elemental sentido de congruencia y lealtad, enfrentarán este reto y en un gesto mínimo de generosidad, aportarán no solo el faltante de urgencia, sino que conformarán un sólido respaldo que libere a su partido de estos problemas temporales y seguramente sus candidatos externos se unirán a tan noble fin.
Esperemos para aplaudir acciones como esa, la ciudadanía lo merece.
Sergio Zepeda C.
Partidos de calidad
La calidad de nuestra política depende del tipo de políticos que queremos en el poder. Actualmente varios partidos han suscrito el lema de su refundación para indicar que con ello mejorará el nivel de calidad de nuestra vida. Si queremos un cambio profundo en el quehacer político, requerimos un compromiso de los partidos y de las candidaturas independientes de mayor calado. Requerimos que se garantice que las dimensiones meritocráticas y de rendición de cuentas sean la base de la competencia democrática; inclusive, que esto se vea plasmado en nuestra constitución política.
Si suscribimos el máximo que sólo los mejores; es decir, los más preparados y los más éticos, deben llegar al poder, entonces la ley debe de garantizar esta condición. El fundamento de esta afirmación es sencillo: nuestro futuro depende de ello; y es a costa de nuestros recursos lo que permite que la democracia se sostenga. Si queremos tomarnos en serio nuestra democracia, entonces demandemos a los partidos dos cosas: primero; que sólo vía evaluaciones integrales se garantizará que los mejores lleguen a ser candidatos; y que establecerán indicadores obligatorios en sus planes de gobierno en caso que ganen.
Como ciudadanos debemos de partir de la premisa consistente en que sólo los mejores nos deben de gobernar con altos niveles de certeza que se lograrán resultados. México ha caído dos índices en el ranking mundial del Estado de Derecho; y nos ubicamos en los últimos lugares en los índices de países más corruptos porque hemos confundido el quehacer político con una competencia de popularidad; o la venta de un producto.
Con ello hemos caído en el mito que la política no debe de ser técnica, en detrimento de la mayoría pese a que el sentido común nos ha mostrado que en este mundo tan complejo; se requieren de liderazgos con sentido social, algo grado de preparación y de experiencia. Precisamente, si la democracia es ante todo una forma de vida que tiene por objeto el que contemos con las condiciones para vivir mejor, sólo los que han mostrado de manera contundente que son capaces de lograr este cometido merecen nuestro voto, y nuestra confianza.
Germán Cardona Müller
Huachicoleo oficial
Juntando piezas que llegan de aquí y allá podemos llegar a la conclusión que el huachicoleo oficial era un Negocio redondo que haría palidecer a los jeques árabes, han encontrado tomas clandestinas dentro de las instalaciones de Pemex que evadían el conteo oficial, una especie de “diablito” de gasolina, que terminaba fuera de las instalaciones de la refinería donde llenaban las “pipas pirata institucionales”.
También se aprovechaban de los diferenciales de pérdidas por evaporamiento permitidos en el papel calculado en 12% y el real que ronda en el 3%, aprovechando lo anterior altos funcionarios de Pemex podían ofrecer a los empresarios gasolineros la venta de pipas fuera de la facturación oficial , sin impuestos a precio de 14 pesos, toda una red de corrupción institucionalizada que incluía a jefes sindicales, altos funcionarios, trabajadores sindicalizados y empresarios gasolineros , toda una mafia que se repartía la increíble cantidad 70 mil millones de pesos al año. Es hora de actuar contra esta mafia, caiga quien caiga y recuperar miles de millones que pertenecen al pueblo.
José de Jesús Ornelas Jiménez.
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