¡Buenas noches, Wagnermaníacos! Les escribo a altas horas de la noche que es cuando llegaron las musas de la inspiración para plasmar mis emociones en esta columna, que me permite estar en comunicación con ustedes, semana con semana.
Emociones encaminadas, desatadas al atuendo luchístico que está utilizando actualmente mi primogénito, Hijo de Dr. Wagner Jr., inspirado en el que he utilizado en los últimos años. Puedo opinar, puedo augurar que tiene un gran futuro como el que yo tuve, ahora que sigue mis pasos, los pasos de su abuelo en toda la extensión de la palabra, con la intención de continuar con la historia de mi legado, de su legado.
Seguramente se encontrará con algunas críticas, puntos de vista a favor y en contra, pero no pasa nada, es parte del aprendizaje. He escuchado buenos comentarios con respecto a su físico, los cuales se refieren a que es una combinación entre el mío y el de mi hermano, Silver King. Concuerdo con estas opiniones analizando algunas fotografías y videos de sus movimientos; ahora el reto de Hijo de Dr. Wagner Jr. es encontrar su propio estilo como me sucedió a mí, en su momento.
Personalmente siempre respeté el color blanco que mi padre utilizaba en su equipo de lucha libre, posteriormente cuando me invitaron a Japón integré el Tricolor, y al público le gustó mucho, le gusta mucho, en las diferentes épocas en los que lo he portado.
Me siento muy orgulloso de mi hijo, que está tomando un buen camino en la lucha libre, claro que como padre me gustaría que tenga un estilo propio, rudo, técnico o híbrido, como lo llaman ahora.
Pero insisto muy orgulloso, cuenta con todo mi apoyo. Estoy seguro que él irá creando sus propios equipos, sus propios diseños, tiene 10 años de experiencia en nuestro deporte y está consciente del desenvolvimiento de los tiempos de su carrera. Lo digo porque ahora los jóvenes luchadores quieren ser primero súper estrellas y después tener experiencia, ese no es el caso de mi hijo.
Estamos en épocas muy distintas, ahora las empresas como AAA, como el Consejo Mundial de Lucha Libre, crean sus propias estrellas y las protegen. No es como antes que uno llegaba con una esencia que lo distinguía, como Konnan, que era un hombre musculado atlético, el Vampiro Canadiense con sus trencitas o Místico, más recientemente. Es aceptable porque los tiempos cambian y ahora se impone la mercadotecnia.
En fin, vivamos en el presente. Creo que esta es una buena crítica para mi hijo. Y ya saben Wagnermaníacos que, en mi casa y con mi gente se me respeta, y hasta que nos volvamos a leer, espero que se encuentren… Bien, Bien, Bien.
Dr. Wagner Jr
Twitter: @WagnerJrOficial