Política

No más odios, depravación y sangre

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No habiendo acciones humanas perfectas, es altamente meritorio el acuerdo logrado por las llamadas “organizaciones de la sociedad civil” con el PAN, PRI y PRD para establecer el método a través del cual la alianza opositora Va por México elegirá al hombre o mujer como su candidato presidencial.

Es un procedimiento nuevo, con obstáculos y desafíos, producto de la distancia y desconfianza habidas (desde siempre) entre la sociedad y los partidos políticos, los cuales no son propiamente templos de la democracia.

A quienes me consultaron les comenté mi preocupación sobre algunos posibles contratiempos en ese recorrido (entonces en proceso de diseño) sin desconocer la enorme complejidad del asunto. El camino trazado finalmente por el Bloque Opositor lo considero formalmente ubicado en el límite de la legalidad, para enfrentarse a quienes se hallan en la evidente ilegalidad.

Por ser permisivas las autoridades electorales ante la porfiada y cínica arbitrariedad oficialista, el Bloque Opositor delineó una ruta para avanzar, evitando ser derrotados sin competir. Si esa decisión implica o no una simulación lo determinarán tales autoridades, pero hay dos verdades indiscutibles: 1) Las organizaciones civiles, a pesar de no confiar en ningún partido político, celebraron acuerdos con 3 de ellos, colocándose por encima de sus justificados recelos y buscando el bien del país; 2) Si esos 3 partidos se abrieron a la sociedad, dejando atrás sus muchas confrontaciones y sus usos y costumbres, también demuestran su decisión de detener el desastre nacional agravado por los cuatroteros, y lograr un gobierno para bien de la República.

No todo será miel sobre hojuelas, pero si el Bloque Opositor actúa con honor, talento y generosidad, y es capaz de mover y conmover las voluntades de millones de medrosos y apáticos, ganará México.

Además, en todas partes se cuecen habas, y en todos lados hay mezquindades, porque son parte de la condición humana. Un ejemplo repugnante de esa miseria son las dentelladas entre las corcholatas, anhelantes de gozar el amoroso dedo de su amo y señor.

Los oficialistas acusan falsamente a sus opositores de copiarles el método de competencia interna. Para desmentirlos basta con señalar una diferencia: entre las corcholatas no habrá debates y entre la oposición sí; y es una modalidad sustantiva porque precisamente a través de esas confrontaciones es como mejor se aprecian las cualidades y aptitudes de los contendientes.

Los acuerdos entre organizaciones sociales y partidos opositores dieron un giro a las noticias, y hoy nadie pregunta ¿dónde están los adversarios del régimen?; ya se verá si la fuerza social organizada y los partidos de oposición lograron la alborada de un México mejor para todos, o seguirá esta noche de odios, depravación y sangre.


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Diego Fernández de Cevallos
  • Diego Fernández de Cevallos
  • Abogado y político mexicano, miembro del Partido Acción Nacional, se ha desempeñado como diputado federal, senador de la República y candidato a la Presidencia de México en 1994. / Escribe todos los lunes su columna Sin rodeos
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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