El alzamiento del EZLN en 1994 reanimó a la izquierda internacional, pero sobre todo fue considerado por diversos analistas como el primer movimiento de resistencia en contra del neoliberalismo reinante en aquel entonces.
Durante los años siguientes ocurrieron protestas altermundistas en los foros económicos mundiales de Seattle y de Davos, o surgieron iniciativas de organización política como la del Foro Social Mundial, que se inspiraron en la lucha de los zapatistas.
A lo largo de esta entrevista —ocurrida en 2018, antes de la pandemia del covid—, el subcomandante Galeano advierte un escenario de crisis para el mundo actual.
“Mira —dice el vocero insurgente—, nosotros somos modestos, no creemos que hayamos inaugurado nada, ni que, como se ha dicho, haya sido el primer alzamiento del siglo XXI: nosotros éramos un síntoma, somos todavía un síntoma de lo que está pasando en el mundo. Lo que sucede es que el alzamiento se da en una especie de confluencia de ciertas características, como ésta de los medios que te decía que ya no es así, esta saciedad de la gente de que no es cierto que todo está bien, algo está mal, no le checa, pero no sabe qué está pasando, hasta que surge algo como nosotros.
“Nosotros pensamos que somos un síntoma y usamos la imagen del iceberg: hay una gran masa que no es visible y que está bajo el mar y solo surge una parte. Ese es el zapatismo en 1994, pero digamos que todo ese movimiento, que no es visible entonces, tiene como objetivo este capitalismo salvaje, en esta fase que es la neoliberal, que es la que ahora está tronando, y si a cualquiera le pareció que el neoliberalismo era cruel, inhumano, salvaje, la etapa que sigue es peor. Es lo que nosotros decimos. Podemos estar equivocados pero estamos cruzando análisis con otros científicos que hay en todas partes del mundo y dicen: ‘Lo que se viene no tiene nada que ver con lo que hemos visto antes’”.
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—¿Podría platicar un poco del finado subcomandante Marcos, quien se volvió un referente internacional por su manera de hablar con verdad, su sentido del humor e incluso su oficio literario?
—Mira, yo puedo ser mas crítico con el subcomandante Marcos y te digo la verdad: como escritor es mediocre o era mediocre, lo que pasa es que el hecho de encabezar un movimiento de las características del EZLN hace que se quiera saber qué está diciendo, pero su capacidad literaria es muy limitada porque… la literatura es ejercicio que hay que hacer una y otra vez, y en toda esa época todo era muy espontáneo, nosotros decíamos: “No podemos echar mentiras porque eso requiere un poco de planeación” y no teníamos tiempo, porque sentíamos la muerte a cada paso; ahora, sí entiendo que en el imaginario, sobre todo de gente urbana, la imagen de un hombre blanco en una comunidad indígena conviviendo con ellos y todo eso, los remitiera a Robin Hood o lo que sea, y sí generara curiosidad, y la pregunta era ¿por qué alguien que podía estar acá está allá? Y lo que yo trataba de decir entonces es que la pregunta está mal. La pregunta es: ¿por qué los que están allá aceptan a un hombre que es de acá?, eso significaría valorar la amplitud de…. Mira hay un lente de video que hace eso ¿no? Que te ve la panorámica ¿cómo se llama?
—Angular…
—…El gran angular de las comunidades indígenas que entienden que el mundo es amplio —y se supone que ellos son los cerrados—, entonces, esa capacidad para aceptar a alguien que es de fuera, sabiendo que es de fuera, que no es de ahí, porque no era indígena el sub Marcos, no nació indígena, no tiene esa historia, aunque después haya aprendido las lenguas y convivido con ellos, y que lo acepten como parte, pero, por otro lado, la sociedad de afuera, de donde venía el sub Marcos, no es capaz de aceptar a los indígenas como parte de ellos.
De hecho, todas las encuestas y estudios sobre racismo en las ciudades van sobre el color de la piel, el sexo o su orientación sexual y su raza, en el último grado los indígenas; entonces, ¿cómo es posible, no que Marcos haya surgido ahí, sino cómo las comunidades aceptaron a alguien como Marcos? Y lo hicieron suyo, lo usaron para hacer todo lo que han hecho hasta ahora.
—En ese mundo de simbolismos también está el pasamontañas, que se volvió un referente en la lucha de las comunidades zapatistas. ¿Podría comentar lo que representa para ustedes?
—Está la versión para los medios y la verdad: la versión para los medios es que habemos unos más guapos que otros, entonces nos tenemos que tapar para uniformarnos; la versión real es que el pasamontañas lo usamos por seguridad de los compas de las comunidades. Si se veía su rostro, cuando regresaran a su comunidad, los partidistas los iban a detectar, los iban a señalar y los iban a desaparecer, y entonces, como se dijo, todos tienen que taparse el rostro, pues nosotros también teníamos que taparnos, pero no era el plan, nosotros ya habíamos quemado nuestras naves desde 1984, no teníamos nada que perder, que vieran como es y ya, pero si todos lo estaban haciendo teníamos que hacerlo también nosotros.
El pasamontañas, conforme se da este choque con la gente de la ciudad o este encuentro, pero que tuvo sus roces, se empieza a convertir en un símbolo, lo que nosotros tratamos de decir es que aquí no importan los individuos a pesar de que ustedes estén informados de que hay que buscar individuos y es cuando el sub Marcos dice: “Marcos puede ser cualquiera que no esté de acuerdo con la injusticia que esté sufriendo. Marcos es gay en San Francisco, es negro en tal lado, anarquista en otro, se mencionó a los perseguidos de entonces. Este anonimato incluye, no excluye, no es el anonimato de la película ésta V de venganza donde se concentra y es hasta el final que todos se convierten en el de la máscara que luego usó el movimiento de Anonymous, no: el pasamontañas es el puente y la ventana para asomarse a las comunidades y a través de esa ventana a las comunidades, se asomara al mundo de afuera. Lo que pasó es que mucha gente si se clavó en la ventana, “¡ah pues es narizón, tiene los ojos así, escribe bien o escribe mal, es chabacano cuando escribe y cursi!”, todo lo que se dijo entonces.
En esos tiempos, el protagonismo de Marcos ocultó a las comunidades, pero como traté de explicar, eso es lo que le sirvió a las comunidades para poder crecer sin tener la presión de afuera. Vemos que sí salió, que mucha gente de afuera no nos agarró como moda, sí vio las comunidades y es la que viene a las comunidades y a trabajar con ellas, y la verdad, yo te digo, es mucho lo que han desarrollado los compañeros y compañeras en las comunidades, pero sin esa gente de afuera no se hubiera podido, o sea, realmente aquí hay un proyecto mundial. _
Diego Enrique Osorno