María de Jesús Jaime Zamudio cursaba Ingeniería Petrolera en el Instituto Politécnico Nacional. Además de sus estudios, amaba nadar, el basquetbol y los animales hasta que murió a sus 19 años tras caer de un quinto piso en la zona de Ticomán, en Ciudad de México.
El 15 de enero de 2016, Marichuy había salido de fiesta con un grupo de compañeros universitarios, al que se sumó un profesor que la acosaba de manera insistente. Horas después ocurrió su caída del edificio, la cual dejó a la joven en coma durante una semana, para después fallecer.
A pesar de que su madre, Yesenia Zamudio, alertó la presencia del profesor acosador en el lugar donde ocurrió la caída de su hija, las autoridades establecieron que Marichuy se había suicidado y quisieron cerrar el caso.
Indignada, Yesenia decidió buscar justicia, logrando en el transcurso de estos años aportar pruebas para que el supuesto suicidio fuera reconsiderado primero como homicidio doloso y luego como feminicidio.
Así fue como Yesenia se convirtió en activista en defensa de la integridad, no solo de su hija, sino de otras mujeres violentadas, participando en la marcha feminista del 25 de noviembre de 2019, donde una grabación suya se volvió viral: “Y si quemo y rompo, y hago un pinche desmadre en esta ciudad, ¿cuál es su pinche problema? ¡A mí me mataron a mi hija!”, sentenció en una claridosa proclama llena de coraje.
Ante la falta de una política especial para atender la dura y trágica situación que sufren miles de víctimas de feminicidio en el país, estalló en una céntrica oficina de la CNDH, una de las acciones más reveladoras del movimiento feminista.
Tras la ocupación del edificio de República de Cuba 60, la mamá de Marichuy, quien a lo largo de estos años también ha sido amenazada, junto a otras mujeres igualmente agraviadas, busca convertir la sede pública tomada en un centro de refugio para quienes han sido perseguidas y agredidas.
Más allá de controversias fútiles sobre próceres en pinturas, el gobierno capitalino de Claudia Sheinbaum y la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra, deben evitar tentaciones autoritarias y dar una solución seria a esta acción de protesta que resume un clamor legítimo de miles de mujeres.