A principios de este largo 2021, luego de que el subcomandante Galeano informó que el EZLN viajaría por mar a Europa para iniciar una Travesía por la Vida, ciertos comunicadores de pacotilla, al ver imágenes de unos cayucos en Chiapas sacaron a relucir su racismo y se burlaron de la gesta zapatista, considerándola imposible.
Tiempo después, cuando el Escuadrón zapatista 421 abordó “La montaña”, nombre con el que renació un viejo velero holandés en el que cruzarían el Atlántico, lo hizo cargando también cuatro cayucos con pinturas que registran diversos pasajes épicos de los pueblos originarios rebeldes.
Luego de 50 días de navegación por altamar con paradas en Cuba, Dominicana y Portugal, “La montaña” arribó a Vigo el 20 de junio, para empezar la “invasión” zapatista que fue reforzada luego por una delegación aérea con otros 150 zapatistas que todavía se encuentran andando territorio europeo.
Mientras tanto, a través de los investigadores Natalia Arcos y Francisco de Parres, tres de los cuatro cayucos que atravesaron el Atlántico se encuentran hoy en exhibición en una sala especial del Museo Reina Sofía (el otro cayuco fue regalado por el EZLN al capitán Ludwig).
De esta forma, actualmente se exhiben en Madrid estas hermosas canoas que ilustran en sus entrañas el mundo indígena zapatista, donde se resalta la ancestral cultura maya, la histórica resistencia ante el colonialismo externo e interno, así como el tremendo afán comunitario que han preservado contra viento y marea en las montañas del sureste mexicano.
Junto a los cayucos se observa también un enorme bordado hecho por insurgentes zapatistas en el que se representa a “la hidra”, forma en la que los pueblos rebeldes representan al sistema capitalista actual. Acechante, el animal mítico del inframundo toma distintos rostros y uno de la serpiente muerde con voracidad los minerales, el agua, el gas, el petróleo...
Con esta travesía que recorre lo mismo mares que tierras, calles que museos, los zapatistas siguen mandando el mensaje de que su lucha no solo es por la defensa de su identidad y territorio, o bien de la democracia, la libertad y la justicia: la lucha vital es contra la voraz explotación capitalista que está destruyendo al mundo.