Radiantes cipreses reverdecidos por la primavera crecen alrededor de la tumba donde reposan los restos de Luis Donaldo Colosio Murrieta y su esposa Diana Laura Riojas. El mausoleo en forma de pirámide sobresale en el panteón de Magdalena de Kino.
El pasado sábado 23 de marzo se cumplieron treinta años del crimen ocurrido en Lomas Taurinas. En el salón Presidentes del ayuntamiento, el escritor Rafael Medina, biógrafo oficial del candidato asesinado, presenta un libro donde desgrana la correspondencia estudiantil de Colosio con su padre.
Son cartas de un Colosio joven y nostálgico, un Colosio hijo y viajero, uno que todavía no ha ingresado a la política profesional ni al PRI, por lo que el volumen presentado se distingue como un ejercicio más sentimental que ideológico, vital que fúnebre.
Al acto ha venido Agustín Basave, quien, contagiado por el espíritu epistolar, escribió un lúcido prefacio en forma de carta. “El mundo se ha vuelto loco, Donaldo”, le reporta treinta años después. “Nos faltó tiempo para charlar, carajo. Nos quedó corta la convivencia”.
También está en el podio Alfonso Durazo, amigo y secretario particular, quien alguna vez dijo en entrevista que el asesinato de su antiguo jefe había sido fraguado desde el poder, pero éste es un evento de otro tipo.
El presentador principal es Luis Donaldo Colosio Riojas, venido de Monterrey, acompañado por su esposa e hijos, con quienes juega todo el evento. “Lo que me pasó a mí, le pasa todo el tiempo a muchísimos niños y jóvenes en este país”, dice. Su intervención, desde lo personal, concluye invocando el hambre y la sed de justicia que aún prevalecen. Se oyen algunos sollozos y un grito de protesta.
Repaso. Este acto en Magdalena, en medio del fervor electoral, está encabezado por Basave, quien fuera presidente nacional del PRD y ahora parece simpatizar con la candidatura de Xóchitl Gálvez; por Durazo, gobernador de Sonora y presidente del Consejo Nacional de Morena; y por el propio Luis Donaldo hijo, candidato a senador por Movimiento Ciudadano en NL. En cierta forma, las fuerzas partidistas en disputa -con excepción, vaya ironía, del PRI-, están congregadas aquí a partir del recuerdo cariñoso de Colosio.
¿Existe algo tal como una corriente colosista que trasciende partidos o acaso el colosismo se trata de un sentimiento, una idea?, ¿qué es hoy el colosismo?