A falta de que el PRD defina a su abanderado para las próximas elecciones, cualquiera que sea el representante "solaztequino" se va a sumar a una tercia de aspirantes que llegan en condiciones de equilibro en cuanto a fuerzas a la contienda para elegir gobernador en el Estado de México el próximo 7 de junio.
Hasta donde es posible recordar, solo en 1999 se tuvieron unos comicios de alta competencia y entonces eran tres las principales fuerzas políticas: el PRI, el PAN y el PRD, sobre todo por parte del blanquiazul, con José Luis Durán Reveles, que puso a su partido en la pelea y disputó al abanderado del PRI, Arturo Montiel Rojas, la gubernatura.
Casi 18 años después, hoy son, además de esos tres partidos políticos, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que en poco tiempo y gracias a la prolongada campaña de su dirigente, Andrés Manuel López Obrador, hacia la presidencia (va para 18 años) está en la primera fila.
Así que enfrente hay cuatro opciones que tienen gobiernos municipales y legisladores, tanto locales como federales, atendiendo cada cual su circunstancia electoral pero, sin duda, con la fuerza necesaria para hacer frente al compromiso próximo, apoyándose en algunos casos en aliados de otros partidos, como sucede con el PRI.
Aunque lo suyo ha sido equivocarse en las últimas contiendas electorales dando ganadores a los que finalmente perdieron y viceversa, y su credibilidad ha ido en descenso, casi todas las encuestas coinciden en que los aspirantes del PRI, PAN y Morena arrancan un proceso en forma muy cerrada, algo que casi no se había registrado.
Alfredo del Mazo Maza (PRI), Josefina Vázquez Mota (PAN) y Delfina Gómez Álvarez (Morena) -más el que se sume del PRD, ya sean Juan Zepeda, Javier Salinas u otro- tienen frente a sí diversos retos para este proceso, muy obvios pero que es preciso remarcar, y entre ellos el más importante es la desconfianza de los ciudadanos hacia todas las fuerzas políticas.
Convencer a la gente de que hoy las cosas serán distintas, diferenciarse entre ellos mismos no solo por sus personalidades sino por sus proyectos de gobierno, va a tener que hacerse de una manera muy tajante, sin dejar lugar a confusiones.
No se espera que salgan a votar los más de 11 millones de ciudadanos inscritos en el padrón, pero sí que los candidatos con sus ofertas logren que salga una cantidad considerable de electores a las urnas, aun cuando el resultado tenga que ser definido en los tribunales debido a la competido y nutrido pues, finalmente para eso fueron creadas instancias: para resolver problemas generados por ejercicios democráticos.
No se descarte que alguno o alguna que hoy inicia con el suelo más que al ras termine por despuntar con algún margen importante y. si esto sucede, tampoco debe ser objeto de regateos ni mezquindades, pero habrá que esperar que los aspirantes logren animar la contienda y generar un amplio interés ciudadano.