A falta de designaciones, que no de candidatos, y de algunas maniobras para concretar, o no, alianzas, hoy inicia formalmente el proceso electoral para elegir gobernador del Estado de México en junio de 2017. Casi ocho meses, con dos remansos vacacionales.
Los dirigentes nacionales Ricardo Anaya (PAN), Alejandra Barrales (PRD) Enrique Ochoa Reza (PRI) y Andrés Manuel López Obrador (Morena), así como los de los otros partidos con cierto peso en porcentajes de votación –PVEM, Panal, PT, Convergencia, Movimiento Ciudadano– entran a una etapa definitiva de cara a la elección presidencial en 2018.
En términos electorales será una contienda, pero en políticos ya es una "guerra", la batalla más importante antes del asalto final, tanto por el número de electores (más de 10 millones) como por los protagonistas vinculados, voluntaria o involuntariamente, incluido el presidente Enrique Peña.
Por eso, desde hace meses intentan ver qué armas porta el adversario, si el PAN, ya con nueva dirigencia, irá con Josefina Vázquez Mota en alianza con el PRD para tratar de continuar con la racha que les dio el triunfo este año, o si cada fuerza irá por su cuenta.
Los albiazules tienen a Enrique Vargas del Villar, presidente municipal de Huixquilucan, como su mejor carta, pero ahí además están tres ex alcaldes: Juan Carlos Núñez Armas, José Luis Durán Reveles y Ulises Ramírez Núñez. El PRD tiene a Juan Zepeda, Eduardo Neri y Javier Salinas.
Morena, con Andrés Manuel como líder y candidato a 2018, espera definir si va con el PRD o se la juega con la profesora Delfina Gómez Álvarez, ex edil de Texcoco.
No se ve la figura de candidato independiente, a menos que surja resentimiento por no haber sido elegido (a) y se vaya con su música a otro lado.
En el PRI, tres mujeres en la fila de salida: Ana Lilia Herrera Anzaldo (sacada del Senado para ocupar la cartera de Educación estatal) Carolina Monroy (que no quiso liderazgo interino en el PRI nacional para estar en condiciones) y María Elena Barrera Tapia (no por discreta, menos posible). Luis Videgaray Caso, Alfredo del Mazo, José Manzur, Ernesto Némer, Carlos Iriarte y los que se sumen, así sea nada más para la foto –negociación en Photoshop–.
No solo sobre algunos de ellos estará la carga de la elección y la victoria o la derrota sino que, junto con sus dirigentes, tanto nacionales como locales, pavimentarán o abrirán agujeros en el camino de sus partidos. En varios significarán fosas políticas.
En el Estado de México se cocinará parte de lo que se proyectará para 2018, tanto en resultados como en candidatos. La figura de Eruviel Ávila Villegas, lo más importante.