El tercer informe de gobierno se presentó y AMLO su mensaje a la nación dio, un mensaje muy a su estilo, hablando como es su costumbre hacia el pasado, a los que antes gobernaban, tecnócratas y neoliberales todos ellos, ya sabe usted que son dos de sus palabras favoritas.
En todo momento mostrando lo que supuestamente antes no se hacía y ahora sí, o bien lo que antes se hacía (mal por supuesto) y que ahora gracias a él se hace de manera excepcional. Vamos, llegó hasta el punto de aventarse la puntada de elaborar la frase que da título a esta columna.
Si bien no fue un discurso de ataque, sí fue de evidenciar, de enseñarnos lo que se ha hecho bien con él. Obvio es que algunas cifras no son tal como el crecimiento nunca visto en la Bolsa Mexicana de Valores o el no incremento de la deuda pública, estuvieron colocadas fuera de proporción, sin embargo, otras más en honor a la verdad, sí mostraron buenas mejorías.
En lo particular lo que más celebro es el incremento histórico al salario mínimo, aunque se presume un 60%, en términos reales es de casi el 46% del 2018 para acá, cosa que en efecto nunca había sucedido y que termina por beneficiar como él dice, a los que menos tienen. De a poco ese concepto de clase trabajadora se revaloriza y toma dimensiones al menos ya no de pobreza, como antes se veía.
No cabe duda que la revocación de mandato empezó a cocinarse ya, con este informe y con la Cordero de regreso en la Cámara alta, parece indicar que ese momento llegará y para como se empezó le aseguro que el “pueblo sabio” va a votar en masa para decirle al presidente que no que quieren que se vaya.
Seguro se quedará y al final a Palenque se retirará.
David Aarón Cárdenas