Con el anuncio en la semana que hizo don Julio Menchaca de que destinará algo así como 4 mil millones de pesos para obra pública en el estado, al menos dejó entrever que dinero hay y que colgándose de este programa llamado Rutas de la Transformación (ya ve que esta palabra les encanta a los de Morena), empezará su cabalgata estatal para traer mejoras a Hidalgo.
Estas rutas arrancaron apenas en marzo y la intención es que el de Plaza Juárez ande de gira estatal entregando recursos para generar fuentes de empleo, infraestructura, rehabilitación de caminos para hacerlos dignos, construcción de sistemas de agua potable, alcantarillados, entre otras cosas.
Obvio que son entregas revestidas de una cobertura mediática grande para que se vea que se está trabajando.
Este dinero sale además del recurso federal que llega por acá, también de las gestiones que a nivel interno se realizan.
Hasta aquí nada fuera de lo común a lo que se hacía en gobiernos anteriores, me refiero a dar dinero a los municipios para mejorarlos, quizá la gran diferencia según los que nos gobiernan ahora, es que han estado trabajando arduamente en la construcción de nuevas políticas públicas que vayan directo a impactar en resarcir el daño hecho a los sectores históricamente olvidados y marginados.
Morena les llama a estos sectores los más “sensibles” de la población, nosotros los hemos conocido como campesinos y gente pobre; así que lo que estas rutas buscan es estar en contacto directo con cada ayuntamiento para que juntos generen proyectos que realmente representen bienestar para la sociedad.
En otras palabras, el gobierno estatal estará controlando con mayor sigilo el uso de los dineros para que realmente se haga un ahorro de recursos y cada peso sea bien usado.
Ya veremos, porque de siempre el gasto en obra pública al menos en administraciones pasadas, era el botín más grande para hacer acuerdos por debajo del agua, donde mucho político se embolsaba grandes cantidades de dinero.
