Política

Sentido común

  • Sin edición
  • Sentido común
  • Daniela Mendoza Luna

En la antigua Roma, este concepto se entendía como una especie de “razón tosca”, sin pulir, para las cosas más ordinarias. Bajo esta visión, decir que alguien careciera del mismo era señalar que le faltaba la inteligencia más básica o que era estúpido.

Con esta acepción, Descartes lo calificó como “la cualidad mejor repartida del mundo; no había persona que no dispusiera de ese regalo juicioso”, es decir, todas las personas poseíamos esta claridad de distinguir entre lo correcto, lo aceptable y que rozaba la irracionalidad.

Sin embargo, Voltaire sentenciaba que “el sentido común no es tan común”, argüía que no siempre se da o se percibe esa unanimidad a la hora de entender qué es lo lógico o lo esperable en cada situación.

El pueblo adaptó esa consigna al lenguaje popular: “El sentido común es el menos común de los sentidos” y lo comprobamos cada día con las determinaciones más ordinarias.

Desde la persona que no sabe usar un cubrebocas, la que cree que puede eliminar el covid-19 bebiendo cloro, tomando té, acercándose una secadora de pelo a las fosas nasales y un largo etcétera; todas estas situaciones inverosímiles y que sin embargo han pasado alguna vez en algún lugar del mundo durante la pandemia.

Entendemos pues que esa “razón tosca” es diferente para todas las personas dependiendo de sus contextos; educación, cultura general, situación económica, profesión, ocupación y otras variables.

Pero cuando hablamos de los funcionarios públicos, como personas que toman decisiones que incumben a una gran población, se pensaría que esa razón estuviera más bien pulida, y que las consecuencias de restringir el servicio del transporte público estaban previstas.

La medida parecía bastante complicada desde su anuncio, pero cuando el gobierno estatal la presentó tras presumir su trabajo en conjunto con una consultoría muy reconocida, se pensaría que al menos la habían analizado.

La medida puso en riesgo a la población; la que debe salir a trabajar, porque de ello depende su sustento, los que trabajan para empresas que no han parado o laboran en los sectores esenciales. Todas estas personas apiñonadas en el transporte público, sin sana distancia, sin medidas de mitigación.

Es evidente que quien tomó la decisión jamás ha tenido que subirse a un camión y que le falta sentido común (al más puro estilo romano).

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.