Política

Violencia contra la mujer

  • Agora
  • Violencia contra la mujer
  • Cuauhtémoc Carmona Álvarez

La gran tragedia que impera en la sociedad actual es la violencia contra las mujeres. 

Problemática que no hemos podido erradicar cuando estamos viviendo una crisis de “Desocialización” como bien lo señala Matthew Fforde en su obra del mismo nombre.

La decadencia de la familia, el sufrimiento juvenil, el vaciamiento de la sociedad, la salud mental, entre muchos factores nos tienen en una crisis que no podemos posponer si queremos que el espacio social no se pudra y apeste.

El feminicidio contra la joven Debanhi Escobar en el estado de Nuevo León pone la llaga en la herida más grande que tenemos como sociedad, la violencia contra las mujeres donde tenemos que ir al fondo del problema y es, la pérdida de valores y de principios que como sociedad hemos hasta cierto punto provocado por no estar alerta a las tendencias y modas que el neoliberalismo, fomentó. 

Pero esa, esa es otra historia y no es casual que en los países con más “desarrollo económico” sus tasas de suicidio y depresión sean muy altas…

La violencia contra la mujer no la podemos normalizar. Hay que erradicarla con energía y puntualidad. 

Con exámenes de conciencia y a conciencia pues el comportamiento individual configura el colectivo. Vivimos en sociedad y lo que pasa en ella es tarea de todos.

Hay que responder a las causas de la agresión entre las conductas machistas violentas que destruyen la convivencia. 

Debemos volver a la socialización y convivencia que tiene su basal en los valores heredados donde la mujer, fue centro de respeto y veneración como dadora de vida y la responsable de la formación del niño-individuo para después pasar al hombre-ciudadano.

Hay rasgos muy característicos de quienes generan y fomentan la violencia y tienen que ver con el crecimiento en hogares disfuncionales en ambientes de violencia y grandes carencias de afecto y amor. 

Ante eso, muchos se sienten rechazados y la reacción es la agresión. Sentirse minusvalorados los hace violentos y agresivos donde no conocen el respeto y la valoración.

De esta reflexión me surge una pregunta: ¿Dónde estamos fallando como sociedad?

Ninguna violencia contra la mujer puede ser aceptada y menos justificada pues las conductas antisociales, son el efecto y la causa de una sociedad descompuesta y enferma que debemos atender. 

Ningún feminicidio puede volverse normal. Que terrible ha de ser como padre darle permiso a una hija de salir a una fiesta y, que te regrese con un certificado de defunción.

Nos encontramos ante un momento inédito donde la reconstrucción social tiene que ser la nueva estructura. 

El aislamiento y la pandemia que a muchos llevó a un egoísmo materialista, oxidaron la caja de principios y valores que tenemos que recomponer de manera urgente.

Debemos recuperar el respeto, la armonía y la convivencia social. La familia como núcleo basal de los principios y de lo que es moralmente bueno debe imperar. 

De lo contrario estaremos amenazados por la violencia latente contra las mujeres, la cual debemos erradicar con fuerza y energía. 

La especie es una, hay que cuidarla, amarla y conservarla.


@cuauhtecarmona

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.