Conocí a Ricardo Mejía Berdeja cuando fue diputado local por Coahuila (LIII Legislatura del Congreso del Estado), y un servidor consejero estudiantil en la Universidad Autónoma de Coahuila.
La historia de Mejía Berdeja en la política Coahuilense (salvo para los amnésicos), no es ajena y más cuando ha encabezado junto con el presidente López Obrador, la transformación nacional de la vida política del país.
Lo recuerdo como un político prudente, hábil y conciliador.
Mejía Berdeja conoce bien los 38 municipios de la tierra de Carranza. De las entrañas del poder y su drenaje no me queda duda.
Dentro de MORENA cualquiera que desee desvirtuar su aspiración para encabezar los trabajos de la transformación en Coahuila, es un mezquino y miserable desde una perspectiva egocéntrica y oportunista.
En MORENA los mejores perfiles deben estar apegados a la congruencia de los principios básicos. No mentir, no robar, no traicionar…
Quienes estamos del lado de la transformación en México, en su traducción más sencilla, la 4T, sabemos que las próximas elecciones en Coahuila y el Estado de México se juega no la lucha por el poder, -que es consustancial a la política-, sino la consolidación de un movimiento que paulatinamente a desplazado al PRI donde estados como Hidalgo, Campeche o Guerrero (por mencionar algunos), han transitado del viejo régimen a la transformación.
En Coahuila quien tiene las capacidades y competencias para encabezar la transformación tiene nombre y apellido.
Se llama Ricardo Mejía Berdeja y es el mejor perfil más allá de sus detractores que confunden preferencia electoral con posicionamiento de candidatos.
Dos temas distintos que deben excluirse de la discusión en este momento pues la dirigencia nacional encabezada por Mario Delgado deben perfilar al político que garantice la transformación encabezada por AMLO.
Estoy convencido que somos lo que hacemos y no lo que andamos diciendo que somos.
Silogismo que alguna vez escuché y que siempre identifico al referirme a la congruencia y al compromiso entre lo que hacemos y lo que somos.
De ahí que la congruencia es fundamental para entender los contextos y la historia de quienes participan en la vida política.
Mejía Berdeja ha sido congruente. Su historia está ahí: Delegado en Durango y Tamaulipas cuando AMLO fue dirigente nacional (1997-1998), Precandidato del PRD a gobernador en Coahuila (1998), Coordinador de las Redes Ciudadanas en apoyo a AMLO en 2006 además de activo participante de la resistencia por el fraude del 2006. Subsecretario del Trabajo y Coordinador del Gobierno Legítimo en Coahuila en el 2006, además de férreo opositor a las reformas estructurales del Pacto por México encabezadas por el prófugo de Peña Nieto.
Actualmente en la secretaria de Seguridad Pública como Subsecretario ha sido un impulsor incansable de las reformas en Seguridad Nacional para lograr que México no siguiera siendo un panteón y lugar de colgados y levantados entre los grupos delincuenciales.
Fui testigo que junto a la Senadora Lucia Trasviña, Presidenta de la Comisión de Seguridad Publica en la Cámara Alta (la que no les tiene miedo a los cabrones), impulsaron con ahínco y patriotismo las reformas del presidente Andrés Manuel en materia de Seguridad Pública. Aliados incondicionales del Ejecutivo.
Estoy convencido que el mejor perfil para encabezar la transformación en Coahuila es Ricardo Mejía Berdeja donde la Comarca Lagunera definirá sin duda la gubernatura.
Urge que los grupos lleguen en unidad. De lo contrario podemos correr la suerte de las elecciones en Durango. Coahuila merece un cambio y ese solo podrá darse con el Subsecretario.
La generación podrida de gobernadores del PRI está llegando a su fin. Podemos escribir nuevas historias…
@cuauhtecarmona