Política

¡Que viva el Amor!

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  • ¡Que viva el Amor!
  • Cuauhtémoc Carmona Álvarez

Cada País como cada individuo poseemos una personalidad que nos hace únicos e irrepetibles ante los otros y, es en el nacionalismo y en el carácter donde coincidimos y permanecemos unidos como país y como sociedad. 

El inconsciente colectivo para los estudiosos del comportamiento social nos da cohesión y unidad.

Así entonces a los mexicanos nos une un evento anual donde celebramos los principios de libertad y justicia. 

La sociedad en su conjunto se vuelca en la fiesta del grito de Independencia para recordar la emancipación y el bien supremo de cualquier país y del ser humano: La libertad.

Una fiesta de honor y campanas donde nos perfumamos de gloria (como diría el compositor yucateco Sergio Esquivel), de aquel México que se nos sube a la cabeza pues como México no hay dos.

Los gritos han sido parte de nuestra historia como reclamo social que rebasa lo estático para cobrar en la voluntad de nuestro pueblo, el rechazo a la opresión y la injustica pues siempre hemos estado en construcción y en lucha constante. 

Desde la Independencia (pasando por la reforma y revolución), hasta la cuarta transformación que es un grito a la esperanza por los pobres y miserables del país que no son pocos.

En su momento Juan Pablo II señaló con mucha razón: “México sabe gritar”.

Y es en este verbo (gritar), donde se encierra el descontento y repudio.

El grito para los mexicanos es la expresión más acabada del sentimiento nacionalista de justicia y libertad donde también caben los abucheos como expresión de rechazo y enojo.

Sentimientos que el cura Hidalgo aprovechó aquella madrugada de 1810 donde incitó a los mexicanos a unirse a derribar al mal gobierno donde el grito de los oprimidos estalló en cólera contra quienes pisoteaban derechos y libertades.

La celebración de la gesta independentista debe renovar en los políticos la lucha contra la pobreza y la injusticia como lo está haciendo la 4T encabezada por el presidente López Obrador. 

El cambio profundo se está logrando a pesar de una oposición clasista, avara y racista.

En ese sentido en la principal fiesta cívica el Presidente de la República y fundador de Morena tuvo a bien incorporar otras expresiones con un sello propio como lo exige la transformación. 

Sosteniendo la bandera exclamó: 

“¡Mexicanas, mexicanos, que muera la corrupción, que muera la avaricia, que muera el racismo, que muera la discriminación, que viva el amor!”, signos todos del humanismo que caracteriza a la 4T.

Y como diría Andrés Henestrosa: “La patria entera para decirlo de una vez, en una sola palabra, está en el Grito de Independencia”. ¡Viva México, viva la 4 transformación! ¡Viva el Amor!


@cuauhtecarmona

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