Escuchar música de ópera y zarzuela ha sido parte inherente de mi infancia y juventud gracias a mi padre, ferviente admirador de estos géneros musicales y teatrales.
Estudió en el conservatorio de la Ciudad de México en donde educó su potente voz de barítono, y posteriormente participó en diversos espectáculos de zarzuela.
Aún ahora, cada vez que escucho a tenores como Pavarotti, Carreras o Domingo me transporto a otras épocas y recuerdo cómo retumbaba mi casa con la extraordinaria voz de mi papá.
La ópera es un género musical que nació en Italia durante el Renacimiento, un espectáculo que combina música, teatro y canto para compartir una historia, que casi siempre termina en tragedia. En sus inicios, la ópera recibió distintas críticas y se le consideraba vulgar, a pesar de que poco a poco fue aceptada por las clases altas de Venecia y posteriormente por otras ciudades de Italia y de Europa.
Si bien han existido varios exponentes (entre ellos, Jacopo Peri y Ottavio Rinuccini), el italiano Claudio Monteverdi es considerado el padre de la ópera ya que su legado musical incluye “Orfeo”, obra estrenada en 1607 y considerada como la primera ópera completa, que narra la historia de Orfeo y su amada Eurídice así como la odisea por rescatarla del mundo de los muertos.
El autor empezó a componer desde los quince años y también fue uno de los grandes maestros del madrigal y de la música sacra, géneros musicales populares de esa época.
La pérdida de su esposa influyó poderosamente en su música, ya que sus primeras piezas, incluyendo “Orfeo”, ahondaban en el dolor de perder un ser amado.
Monteverdi fue un referente y un modelo a seguir para otros autores que empezaron a surgir como exponentes de este género, que incluía dos tipos de ópera: la llamada “seria”, que se centraba en historias de la mitología y se dirigía al público de la clase alta, y, por otro lado, la ópera “buffa”, con producciones más sencillas y temas de la vida ordinaria para un público de clase baja.
A más de cinco siglos de su nacimiento, Monteverdi encabeza la espectacular historia de la ópera y definitivamente ocupa un lugar especial también en la mía.