En las últimas semanas hemos sido testigos de cómo la naturaleza manifiesta su reclamo ante la devastación ambiental a la que todos contribuimos diariamente.
El calor que ha azotado nuestro país y particularmente la región lagunera ha ocasionado que más de una persona se alegre al ver 38° en el termómetro.
En las redes sociales se ha promovido la reforestación como una tarea efectiva que ayuda a mitigar las altas temperaturas así como a disminuir diversos impactos del cambio climático; la vegetación también embellece el paisaje y genera oxígeno, entre otros beneficios.
Pero la mente humana es capaz de crear e innovar para mejorar su entorno y hacerlo sostenible, por lo que ahora podemos ver novedosos productos elaborados a partir de materiales reciclados, por ejemplo prendas y zapatos ecosustentables fabricados a partir de pet reciclado, cortinas fabricadas con plástico extraído del océano o muebles infantiles ensamblados con juguetes rotos.
Éstos últimos constituyen un importante proyecto denominado EcoBirdy, en el que la empresa fabricante también impulsa una campaña de concientización sobre el impacto dañino del plástico e instaló contenedores en escuelas para que los niños depositen juguetes rotos.
Y qué decir del periódico japonés The Mainichi, uno de los diarios de mayor circulación en ese país que se fabrica a partir de tinta sustentable y papel reciclado que integra semillas, por lo que al terminar de leerlo puede colocarse en la tierra y transformarse en una planta.
Esta interesante iniciativa ha incrementado el número de plantas en los hogares japoneses; el periódico ha obtenido una mayor cantidad de suscriptores y en las escuelas se promueve su lectura.
Por otro lado, la compañía turca Pugedon fabrica máquinas que funcionan con energía solar en las que se pueden depositar botellas de plástico y vidrio; los donantes reciben en retribución alimento para perros o gatos.
En el ámbito deportivo también podemos optar por productos sustentables.
Ejemplo de lo anterior son las bicicletas con ruedas de plástico reciclado y los tapetes de yoga elaborados con plástico pet o de wetsuits.
Lo anterior demuestra que todos podemos hacer algo para apoyar la sostenibilidad de nuestro planeta; es una cuestión de voluntad y conciencia.