El agente 007, el personaje fundamental del escritor inglés Ian Fleming traspasó la frontera de la literatura para convertirse en uno de los emblemas más representativos del cine de Hollywood, convirtiéndose además en un objeto de culto dentro de la cultura pop.
Ahora que “No Time To Die” (2021),la nueva película del espía británico James Bond, es tema del momento, queda muy bien recomendar la lectura —sí, la lectura— de las novelas del escritor Ian Fleming (1908-1964).
Estas piezas literarias invitan a una lectura (estilo vintage), en ellas vemos un personaje que no pierde el estilo (al igual que el personaje fílmico), un James Bond frío y rudo; cosmopolita y con un nivel de seducción avasalladora.
Casino Royale (1953) fue la primera novela del personaje más cautivador del mundo de los superespías. Destacan además otras novelas como: Vive y deja morir (1954), Moonraker (1955), Los diamantes son eternos (1956), Desde Rusia con amor (1957), Dr. No (1958), Goldfinger (1959), Sólo para tus ojos (1960), Operación Trueno (1961), El espía que me amó (1962), Al servicio secreto de su Majestad (1963), Thrilling Cities (1963), Sólo se vive dos veces (1964), Chitty Chitty Bang Bang (1964), El hombre de la pistola de oro (1965), Octopussy and The Living Daylights (1966).
Algunas de estas novelas se han convertido en todo un clásico en sus versiones cinematográficas, las cuales nos invita a disfrutar del más eficiente, elegante y seductor agente encubierto del Servicio de Inteligencia Británica y concretamente de la Corona de Inglaterra.
En el cine, a lo largo de los años, el agente 007 fue perfeccionándose de acuerdo a los avances de la tecnología, en uso de los más sofisticados dispositivos, armas y vehículos.
Para colorear aún más al personaje del cine comercial se construyeron mensajes emblemáticos, como el tradicional y favorito coctel de personaje: un Martini seco, “agitado, pero no revuelto”. Además del inseparable cigarrillo en pitillera de oro, pero a partir de la segunda película interpretada por el actor Pierce Brosnan, el personaje se modernizó con los tiempos y evitó el tabaco, en respuesta a las políticas antitabaco que prevalecieron a inicio de este siglo. Por cierto, Fleming, autor del personaje, fue un intrépido fumador.
Todo buen seguidor de James Bond debe leer, al menos, una novela del famoso personaje.
Celeste Ramírez
