Ayer conocimos un adelanto de los proyectos que ha elaborado Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena para ser votados el lunes respecto al caso de las acusaciones contra Alejandra Cuevas, quien está en la cárcel, y su madre Laura Morán.
Si unimos lo que conocimos ayer con lo dicho por los integrantes del pleno de la Suprema Corte de Justicia hace unos días, cuando se encargó el nuevo proyecto, quedan pocas dudas de que ambas serán absueltas de esas acusaciones. Mal haríamos en permitir que a partir de esa decisión se olvidaran algunas cosas.
Las acusaciones de Alejandro Gertz habían sido desechadas por el Ministerio Público de CdMx hasta que Alejandro Gertz se convirtió en fiscal y la fiscalía capitalina retomó el caso, y hasta un delito inventó y el otro lo forzó.
Así lo explicó la Corte del proyecto de Gutiérrez Ortiz Mena: “… se asignó a las inculpadas el deber de salvaguardar la vida del señor F; a la señora M de manera directa y a la señora A de manera indirecta o accesoria. El proyecto destaca que en el caso de la señora A se utilizó una figura inexistente en la legislación penal: la de garante accesoria. De acuerdo con la Constitución, no hay delito sin ley. Por tanto, el proyecto afirma que la inexistencia de la figura basta para eliminar cualquier responsabilidad de la señora A en la muerte del señor F, una persona de avanzada edad y con distintos padecimientos de salud. En el caso de la señora M, el proyecto identifica que el deber de cuidado que se le impuso excede el límite de lo razonable. No es posible esperar que una mujer sin conocimientos especializados y en franca situación de vulnerabilidad —pues tenía 88 años— se condujera como si tuviese habilidades excepcionales para evitar la muerte de una persona gravemente enferma. Es lógico, por tanto, que no puede ser responsabilizada por un resultado —la muerte de su pareja sentimental de 50 años— que razonablemente no podía evitar”.
¿Quién se va a responsabilizar de tal barbaridad? No solo eso, el fiscal general de la nación tuvo acceso al primer proyecto de la Corte, habló con ministros, y lo discutió ampliamente con su brazo derecho y también servidor público en una llamada que él ha aceptado como cierta.
Con ambas mujeres libres, la tentación será que olvidemos el abuso que recibieron de un poderoso desde el máximo poder en procuración de justicia.
Mala cosa sería.
@puigcarlos