La xenófoba ley con el nombre SB4, que pretende por primera vez en la historia de Estados Unidos que las leyes migratorias puedan ser aplicadas por autoridades locales y no federales, tiene a todo mundo crispado, sin saber muy bien qué hacer ni cuál podría ser el futuro.
Desde el martes que la Suprema Corte de Justicia estadunidense regresó la controversia legal, sin invalidarla, a una corte de apelaciones, la discusión legal ha seguido en varias cortes, ha estado suspendida y validada por horas y ayer mismo una corte de distrito federal en Nueva Orleans escuchó nuevos argumentos de las partes.
Ni los policías o guardias nacionales de Texas supieron qué debían hacer. Algunos jefes de policía dijeron que en sus condados simplemente no estaban preparados para aplicar la ley.
La decisión de la Suprema Corte que dejó viva la ley unas horas animó al congreso de Iowa a pasar una ley similar y a otros gobernadores a decir que nunca harían algo así.
En fin, confusión, politiquería y el asunto, por lo pronto, atrapado en el sistema judicial estadunidense.
El gobierno de México respondió con un comunicado en donde expresaba su rechazo y su preocupación, afirmando que “México reconoce la importancia de una política uniforme en materia migratoria y los esfuerzos bilaterales con ese país para que la migración de personas sea de manera segura, ordenada y con respeto a sus derechos humanos, y no se vea afectada por decisiones legislativas del orden estatal o local”.
Pero fue la línea siguiente la que ganó varias planas principales: “En ese sentido, México no aceptará, bajo ninguna circunstancia, repatriaciones por parte del estado de Texas”.
Pequeño detalle: ¿qué hará México si las repatriaciones son de mexicanos? ¿Les negará la entrada?
Es de mexicanos la más grande comunidad migrante en Texas, con y sin documentos, y sin importar el tiempo que lleven ahí, todos podrían ser sujetos a deportación.
Un dato: según información del gobierno estadunidense, entre octubre de 2023 y enero de este año, en Texas la autoridad fronteriza ha tenido 89 mil “encuentros” con mexicanos sin documentos. Poco más de 20 mil al mes. No son pocos.
Y si se repatriaran de otros países, ¿qué hará México con ellos? ¿Otro muro?
La crisis sigue y aumenta y nadie hace nada serio para contenerla.