Política

La austeridad, la falta de voluntad, la tragedia

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Pensémoslo: llevamos meses, muchos meses, yendo a centros comerciales, a restaurantes, atascando zonas de espera en aeropuertos, a mercados, a antros, a bares donde nos hacen el show inútil de limpiar la suela de los zapatos —que no sirve para nada—, nos toman la temperatura en las manos o la muñeca —que tampoco sirve para nada y generalmente muestra temperaturas tan bajas que estaríamos muertos— y después de esa entrada, venga, fuera el cubrebocas y beber y hablar y gritar. Y cómo no, maldito el que se pierda una posada o la Nochebuena o la fiesta de Año Nuevo.

Pero, eso sí: las escuelas cerradas. ¿En serio? La transacción resultará en una tragedia.

Desde principios de la pandemia, el gobierno decidió que cerrar todas las escuelas —y los privados gustosos se unieron— era una buena medida sanitaria, pero no tardaron en darse cuenta de que también colaboraba a reducir movilidad en todas partes, lo que ayudaba a reducir contagios, y así nos convertimos en uno de los países del mundo, si no el que más, que por más tiempo dijo no a las clases presenciales. Un año y unos meses.

El regreso en el último par de semanas del curso antes del verano del año pasado fue un poco una broma y un desastre. Que sí regresen, pero no tanto, pero a lo mejor solo los que quieran y los que no quieran, pues no.

Tuvieron meses para preparar el regreso pero, gracias a la austeridad, la mayoría de las escuelas fueron un poco abandonadas a su suerte, lo que padres de familia podían hacer para ofrecer lugares seguros. La mitad de los alumnos una semana, la otra mitad otros, sin evaluaciones de en qué condición llegaban, y pues siguieron sin llegar muchos porque todo era voluntario.

Y que si la delta y ahora la ómicron, y nosotros en los centros comerciales y los mercados y los restaurantes y las playas, y que se limpie las suelas de sus zapatos y enséñeme su manita para tomarle la temperatura. Un absurdo.

Tardaremos años en medir de verdad las graves consecuencias de las decisiones del gobierno federal, después de los gobiernos estatales, el acomodo fácil –y barato— de las escuelas privadas y de muchas universidades públicas y privadas. Porque nunca se vio el problema educativo con ánimo de emergencia para no afectar el futuro de millones y, por lo tanto, del país.

Eso sí, seguimos limpiándonos las suelas de los zapatos para después contagiarnos felices en algún bar.

@puigcarlos

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Carlos Puig
  • Carlos Puig
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  • Periodista. Notivox TV, Notivox Diario y digital, de lunes a viernes. Escucho asicomosuena.mx todo el tiempo.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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