Se entiende que hoy los ojos de todos los medios y de la opinión pública estén concentrados en las actividades y decisiones de la próxima presidenta del país y en sus decisiones. En los líos que empiezan a aflorar dentro del movimiento que la hizo ganar: la bronca por puestos, las promesas cumplidas y las que no. Normal. Más de una vez son las decisiones durante estos tiempos de transición, siempre confusos en quién manda, los que han marcado sexenios.
De aquí al jueves leeremos decenas de especulaciones sobre los próximos seis nombramientos y del viernes para adelante decenas de aplausos y críticas.
Lo que no me queda claro es dónde andan los otros. Me refiero a los perdedores. A todos. PRI, PAN y MC. El PRD perdió todo, así que están en su derecho de tomar vacaciones.
Entiendo, para como son, que su comodidad personal, con escaños asegurados, les haga pensar que tienen derecho a los que se dicen líderes de su partido a tomarse unas vacaciones y regresar en septiembre a sentarse en alguna cámara, cobrar una lanita ahí, cobrar otra en el partido, grillar tantito y ya está.
La desaparición de las oposiciones en estos días es un fiel reflejo de por qué andan como andan y por qué les pasó lo que les pasó. Uno imaginaría que después de tal tamaño de fracaso el 2 de junio, no solo en la presidencial, sino en los congresos —federal y estatales— y en los estados, los partidos estarían viviendo crisis internas, revueltas de sus militantes exigiendo cuentas, haciendo responsables a sus líderes —es un decir— de sus decisiones. Por supuesto que antes de eso, en cualquier otro lugar del mundo y con un poco de vergüenza, esos “líderes” habrían renunciado, pero eso aquí no pasa.
Vimos una carta de 13 ex gobernadores panistas exigiendo el fin de ciertas prácticas al interior del partido. Pero seamos honestos, esos ex gobernadores hace mucho que han dejado de trabajar en serio por el partido.
En el PRI, ni eso. Alito es el rey y nadie dice nada. Nadie lo molesta y no será raro que siga al frente del tricolor, lo poco que de él queda, por varios años.
En MC siguen creyendo que fueron algo así como los grandes triunfadores de la elección. Llevan semanas aplaudiéndose a sí mismos. Ni qué decir ahí.
