La fecha por fin se cumplió, esta semana se llevará a cabo el circo llamado “Rifa del avión presidencial”.
Una supuesta “rifa”, que pretende cumplir con uno de los más grandes compromisos de campaña de López de Obrador, deshacerse de un artefacto, que para él ejemplificaba la opulencia y corrupción del supuesto neoliberalismo.
Pero esta rifa, no ha resultado tan exitosa como se pretendía, según cifras oficiales, hasta el mes de agosto, solo se habían vendido el 34% del total de boletos.
Mágicamente, como muchas de las cosas que ocurren en este país, la venta de boletos se quintuplico en el último mes y para el 8 de septiembre, las ventas rozaban el orden del 63% del total.
Lo anterior no pasaba de ser una escena más de esas “buenas noticias” prefabricadas que suele dar el ejecutivo, hasta que todo empezó a volverse un trabuco inexplicable.
Con la clara intención de no permitir que la rifa se volviera un fiasco y completar el total de sus ventas, El Presidente anunció que entregaría mil boletos a cada uno de los casi mil hospitales Covid que existen.
De esta forma, según él, se apoyaría con equipo médico a los hospitales que salgan premiados. Pero ¿Y si no salen premiados?, ¿Por qué gastar 500 millones de pesos, en comprar un millón de billetes y repartirlos entre los hospitales, en lugar de utilizar esos 500 millones de pesos y dotar de equipo a los mismos?
De dónde proviene el dinero con el que se compraran esos boletos, ¿cómo se justifica dentro de un presupuesto o ejercicio federal la compra de cachitos de lotería? Y, sobre todo, ¿porque y para qué hacer esta ridiculez?; No tenemos ya bastante con los shows de cuarta que tenemos que sufrir todas las mañanas, escuchando a un presidente poner pretextos a todos sus errores, sin aceptar las responsabilidades que tiene y prefiriendo ser un tipo de showman sin gracia.
Lo que fue una solución muy al vapor, totalmente demagógica y de mal gusto, se convirtió ahora en un desacierto más de esta administración, en la que solo urge completar la venta de boletos a costa de lo que sea, para presumir el “éxito” y la participación del pueblo bueno y así cumplir con una promesa inútil de campaña, mientras tanto el número de fallecidos por Covid19 sigue subiendo de forma alarmante y nuestro gobierno haciendo circo, maroma y rifa.