El recién estrenado gobernador panista de Chihuahua, Javier Corral, se topó con el mismo problema, al revisar las arcas de dicha entidad, que en Quintana Roo encontró Carlos Joaquín: las cuentas estaban vacías, es decir, no hay dinero para hacerle frente al pago de salarios, de prestaciones, así como para cubrir las mínimas necesidades en el Instituto de Salud, pues no dejaron medicamentos para atender a la ciudadanía más vulnerable.
El ex mandatario priista chihuahuense César Duarte Jáquez, dejó la misma película que su correligionario Roberto Borge Angulo en Quintana Roo y que Javier Duarte en Veracruz. Sin lugar a dudas, estos abusivos del poder deberán recibir castigos ejemplares de parte de las autoridades correspondientes y dejen de despacharse con la cuchara grande de la Hacienda Pública.
El gobernador chihuahuense Javier Corral hizo un llamado a la Federación para que lo apoye económicamente, también buscará la colaboración de los empresarios, a quienes les solicitará el pago anticipado de impuestos, petición por demás complicada.
La anterior administración, encabezada por Duarte Jáquez, realizó un saqueó las finanzas públicas de enero a octubre de este complicado año, dejando irresponsablemente las cuentas bancarias en ceros. Esto no es lo lamentable de la situación que impera en Chihuahua. Ya veremos durante los próximos meses lo que arrojarán las auditorías que se practicarán y seremos testigos a cuántos miles de millones de pesos ascenderá la deuda que heredará el panista Javier Corral, quien dijo que le dará vista a la Procuraduría General de la República para que lleve a cabo las indagatorias correspondientes.
Seguramente después de estas desagradables noticias, el virrey -digo- ex gobernador César Duarte practicará la misma acción al estilo Houdini, que hiciera su tocayo de apellido, Javier el de Veracruz: desaparecerá del espectro.
¿Hasta cuándo las autoridades correspondientes atacarán y combatirán frontalmente a la corrupción y a la impunidad? Las dos hermanas gemelas que cabalgan y arropan a estos bribones que destrozan estados completos a sus anchas abusando flagrantemente del poder, dejando a su paso una estela de impotencia e inconformidad por parte de millones de ciudadanos de todo nuestro vapuleado México, que desde hace varias décadas se convirtió en un país de cínicos.
Además de recibir un castigo ejemplar estos saqueadores, deberán retornar a su lugar de origen las inmensas fortunas que amasan durante su gestión. Ya veremos.