Arrancaron las campañas electorales en el Estado de México, el pasado lunes sin suscitarse ningún exabrupto, ni ataques hacia nadie, los siete candidatos participantes cuentan únicamente con cincuenta y nueve días para convencer a los 11 millones 331 mil ciudadanos de la lista nominal para ganar y asirse con la gubernatura mexiquense, que es la entidad más poblada de nuestro endeble país.
En muy corto tiempo los siete abanderados tendrán que proponer y demostrar que conocen a fondo los problemas que padece nuestra entidad, para ganar dichos comicios que se celebrarán el próximo cuatro de junio.
La crítica situación por la que atravesamos los más de 120 millones de mexicanos, que inició hace 47 años y cada día empeora, nos ha llevado a la alternancia en el poder en la que, lamentablemente, ningún partido político ha gobernado honestamente, todos los actores, en los tres niveles de gobierno, le han fallado a México y han decepcionado rotundamente a los ciudadanos, debido a que en cuanto prueban las mieles del poder, pierden juicio y se olvidan que su objetivo era servir no servirse a sus anchas de las arcas públicas. Ha llegado el momento de dar un viraje de 360 grados hacia la honestidad y eficiencia.
Alfredo del Mazo, de la Alianza PRI-PVEM, NA y PES, inició prometiendo que hará del Estado de México, el más seguro del país, (¿?), proyecto por demás imposible de cumplir, dadas las circunstancias negativas por las que atraviesa la entidad mexiquense.
La abanderada panista Josefina Vázquez Mota, quien no conoce el Estado de México, dijo que combatirá la corrupción (¿?); primero que aclare los 900 millones de pesos que recibió su asociación civil, Juntos Podemos, y que recuperará la tranquilidad de los mexiquenses, tampoco explicó de qué manera lo hará.
Delfina Gómez, la morenista candidata del mesías MALO, digo AMLO, está más preocupada por la reducción de los gastos de campaña, que por hacer propuestas concretas, la diputada con licencia, que de perder seguramente regresará a su curul, se hace acompañar de López Obrador y senadores ex perredistas, quienes le hacen el "caldo gordo".
El perredista Juan Zepeda y el petista Óscar González Yáñez, están preocupados por conservar su registro y es a lo que seguramente se dedicarán. Respecto a los independientes, el ex priista Isidro Pastor y la empresaria María Teresa Castell de Oro, dieron la sorpresa, pues entre ambos recabaron alrededor de 800 mil firmas. Otro factor en contra de los partidos será el abstencionismo que, según especialistas, rondará en 50 por ciento. Recordemos que la lista nomimal en nuestra entidad mexiquense es de 11 millones 331 mil ciudadanos. Bien lo dijo el finado ex gobernador guerrerense Rubén Figueroa Figueroa: "la caballada está flaca".
