Opinión
Carlos Albert
Carlos Albert
  • El otro drama escondido

    En el mar de especulaciones, comentarios, noticias falsas o no, chismes de lavadero y orgullos estúpidos que envuelve la salida de Ambriz en el América, se esconde el que se da en estos momentos en
  • Para qué hablar de 100 años si solo festejan 50

    Me parece que el América, y obviamente quienes hayan diseñado esta celebración de sus 100 años, están cometiendo una gran injusticia con la historia de su equipo y especialmente con quienes le dier
  • De vergüenzas y desvergüenzas

    Precisamente porque el Cata Domínguez se mostró tan cínico y desvergonzado al decir “vergüenza es robar, hacer algo indebido, esto solo es jugar mal, desatender el segundo tiempo y eso fue
  • ¿Y el cerebro, "apá"?

    Mi sentido pésame y un abrazo fuerte para mi amigo Justino Compeán y su familia por el fallecimiento de su esposa Hilda Gloria O´Farril Ávila El adolecente (ya ni tan joven)
  • Juan 'Cambios' Osorio no sabe de futbol

    Y como nuestros directivos, federativos, y la mayoría de los dueños tampoco saben del tema, el resultado es ese desmadrito llamado futbol mexicano que camina de milagro... exactamente igual que el
  • La clase y la educación no se compran

    Esto viene a colación, porque me parece muy triste, y hasta vergonzoso, escuchar a Miguel Herrera diciendo cosas como esta: “los conozco y me queda claro que muchos no están cómodos por no saber qu
  • Después del 3-1 a El Salvador… nada cambió

    Por más que los vendedores de humo, y los medios a los que les urge que el Tri mejore su rendimiento y sus actuaciones para poder vender nuevamente sueños de grandeza, inicien desde ya una campaña
  • Cosas de la patada

    Cómo estará la cosa en Chivas, que para atenuar el tema de las inminentes demandas y sanciones, tuvieron que abrir la chequera y contratar a Pulido, y así matar dos pajaros de un tiro... comprar un
  • Una chambita de esas…

    En la que mi amigo del alma, casualmente Presidente de la República, me apoya a morir contra todo y todos, aun a costa de mis arranques de exhibicionismo y de enamorado adolescente, me defiende a u